Nuevos cambios en el IRPF para favorecer inversiones en pagares y ampliaciones de capital
El proyecto de reforma del impuesto sobre la renta será modificado en el Parlamento por el Grupo Socialista para favorecer a matrimonios separados, promotores inmobiliarios, inversores en pagarés u otros activos financieros y ampliaciones de capital. Pese a la ya iniciada rebaja de retenciones y a la anunciada reducción de tarifa, Hacienda espera superar este año los ingresos presupuestados antes de idear la reforma de dicho tributo, el de mayores ingresos hasta que se implante el IVA. Su segundo plazo para los pagos fraccionados terminó ayer.
Sobre los cambios que el Gobierno propuso hace un mes al Congreso de los Diputados, los grupos parlamentarios defenderán un centenar y medio de enmiendas. De ellas, las únicas que tienen garantizado su éxito por la mayoría de escaños son las del Grupo Socialista, una veintena.Mientras buena parte de la oposición pretende impedir los topes fijos a las deducciones y la limitación del trato fiscal a las disminuciones e incrementos de patrimonio -minusvalías y plusvalías-, los socialistas defenderán los contenidos sustanciales del proyecto gubernamental. Al menos por ahora asumen sin ninguna enmienda las reducciones de la tarifa y la nueva deducción para las familias con dos rentas del trabajo asalariado.
Enmiendas socialistas
Además de mantener que entre en vigor con carácter retroactivo al 2 de octubre el que las minusvalías sólo podrán ser deducidas de la renta si el contribuyente declara plusvalías una de las críticas más generalizadas por la derecha del Gobierno-, el Grupo Socialista aclarará que el resto de los Cambios será efectivo desde el primero de enero de 1986. A fijar aspectos como éste, mejorar la redacción o simplemente "corregir errores" dirigirá la mayoría de sus enmiendas. Dos de ellas, por ejemplo, precisan que se aplicará "en cada período impositivo" la nueva imputación de un 3% de renta por los pisos desocupados y la deducción de 100.000 pesetas por los intereses de créditos para adquirir capital mobiliario.Entre las enmiendas socialistas con directa repercusión económica, en el sentido de disminuir los ingresos del fisco, figuran dos. Una, para no imputar el citado 3% de renta a los inmuebles urbanos que sean propiedad de promotores inmobiliarios. Otra, para extender a "las pensiones compensatorias entre cónyuges" el beneficio fiscal que tendrán las anualidades por alimentos pagadas en saparaciones matrimoniales, siempre que medie en ambos casos una decisión judicial. Este beneficio consistirá en que pensiones y anualidades por alimentos serán consideradas incrementos de patrimonio en el perceptor (es decir, no pagarán renta), al tiempo que el obligado a satisfacerlas podrá deducirlas de su renta.
Mientras el proyecto del Gobierno indicaba que los eventuales rendimientos negativos de los pagarés y otros activos financieros "no se cumputarán" a la hora de deducir los gastos para calcular los rendimientos netos del capital, los socialistas quieren introducir una enmienda para que sí se computen "los rendimientos positivos y negativos". Igualmente, precisarán que no habrá incrementos o disminuciones de patrimonio en casos de "división de la cosa, disolución de sociedades gananciales, disolución de comunidades o separación de cornuneros". Tampoco cuando una ampliación de capital "se limite a modificar el valor nominal de las acciones, sin alterar la participación de los socios".
Los presupuestos, superables
Por otra parte, pese a la disminución de ingresos anunciada en mayo por la baja de retenciones -unos 60.000 millones de pesetas durante el segundo semestre Hacienda espera superar los ingresos previstos en los presupuestos del Estado para 1985: unos 1.563.400 millones de pesetas. Sus últimas estimaciones apuntan a que los derechos reconocidos excederán los 1.574.000 millones, si bien la recaudación efectiva -siempre menor, porque no incluye diversos ingresos a realizar con desfase- quedará en 1.471.000 millones.Los presupuestos para 1985 fijaban un incremento del 12,5%. sobre los de 1984. Pero el hecho de que en 1984 no se alcanzaran los objetivos ha situado el incremento real de recaudación durante el primer semestre de 1985 en un 33,8%, según el cuadro adjunto. A finales de agosto iba el 27,5% de aumento sobre enero-agosto de 1984, con una aportación de las retenciones sobre el capital que pasaba de tasa negativa a crecer el 17%. (hasta 848.427 millones), mientras las del trabajo se han incrementado el 25,8%.
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