El 63% quiere que se celebre el referéndum

Con independencia de lo que decidió el Gobierno de UCD en 1981 (firmar el tratado de adhesión a la OTAN, el 11 de diciembre de ese año) y de cuanto el actual Gobierno socialista decida respecto a su prometido referéndum, la opinión pública española, tanto entonces como ahora, desea que la cuestión de la presencia de España en la OTAN se resuelva precisamente a través de las urnas. Y en esta posición se ha mantenido desde el primer instante, dando buena prueba de ello en los dos sondeos realizados por EL PAIS (el que hoy publicamos y el que apareció el 10 de octubre de 1981). Según puede verse en el cuadro 2, el 63%. de los entrevistados en estos días y el 69% de los encuestados en aquel otro sondeo abogaban por la celebración del referéndum.En los cuadros pueden verse las respuestas acerca de la celebración del referéndum según diferentes grupos políticos. Entre los más favorables a la convocatoria se encuentran los votantes del PCE, con el 88%, y entre los menos (49%) están los que votaron a Alianza Popular en 1982.

Dos tercios de los votantes del PSOE (67%) se muestran partidarios del referéndum, porcentaje muy semejante al que ofrecen, los partidos nacionalistas (CiU, PNV y otros) y algo menos los centristas (UCD, CDS), con el 57%. El mayor porcentaje (38%) de indecisión o desconocimiento sobre este problema aparece en el grupo de personas que no quisieron o no pudieron revelar su voto.

En contra del referéndum está el 34% de los aliancistas, el 27% de los centristas y nacionalistas y sólo el 8% de los comunistas. Dentro del PSOE, un 17% estaría dispuesto a aceptar tal opción.

Conforme aumenta la edad disminuye la exigencia sobre el referéndum y crece el porcentaje de los que creen que bastarían las explicaciones del Gobierno acerca de su cambio de criterio, dejando a España como miembro de la OTAN.

Igualmente, los niveles de educación y el tipo de religiosidad se comportan como variables muy diferenciadoras respecto a la OTAN; las personas con estudios superiores y que tienen creencias no católicas (agnósticos, ateos, otras religiones, etcétera) son las más inclinadas a exigir el cumplimiento (le la promesa socialista (75% y 82%, respectivamente). Por el contrario, los entrevistados con niveles de instrucción primarios y los católicos practicantes parecen menos exigentes respecto al referéndum (55% y 49%).