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La valija de la Embajada española en El Salvador, utilizada por la guerrilla para sus comunicaciones

La Embajada de España en El Salvador, con el consentimiento de Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, ha permitido, durante los últimos dos años, la utilización de su valija diplomática para las comunicaciones entre los grupos guerrilleros del izquierdista Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), según confirmaron a EL PAIS fuentes políticas y diplomáticas oficiosas de los dos países . El director de la Oficina de Información Diplomática (OID) negó la veracidad de esta noticia, y dijo que la utilización de la valija sólo se permite a veces por "razones humanitarias".

En numerosas ocasiones, la valija diplomática española sirvió de vehículo para el envío de "sobres voluminosos", que contenían documentos y cartas, y que eran expedidos desde El Salvador a Madrid. El destino final de algunos documentos era México y la vía utilizada para reexpedirlos fue también, en algunas ocasiones, la valija diplomática española, según añadieron fuentes diplomáticas y oficiosas, españolas y salvadoreñas, que no desean ser identificadas.En alguna ocasión, afirmaron dichas fuentes a EL PAIS, durante la ausencia del embajador de España en El Salvador, Luis Mariñas Otero, responsable ordinario de la valija, la Dirección General de Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores autorizó telefónicamente, e incluso telegráficamente, el envío de los mencionados sobres del FMLN por el conducto diplomático.

Malestar de Duarte

Aunque las fuentes informantes no tienen constancia de que esa práctica, continuara después de las elecciones legislativas en El Salvador, celebradas en marzo de este año, en medios políticos españoles y salvadoreños se ha manifestado que las quejas del equipo de gobierno del presidente José Napoleón Duarte por el supuesto apoyo español a los guerrilleros en dicho país centroamericano se han producido después de esa fecha.

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Las quejas por el uso impropio de la valija diplomática fueron expuestas también por funcionarios salvadoreños a algunos miembros del grupo de observadores españoles que acudió este ano a las elecciones legislativas, que dieron el triunfo por mayoría absoluta en la Asamblea Nacional al Partido Demócrata Cristiano de Duarte.

Entre estos observadores se encontraban el ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo, Carlos Robles Piquer, por Alianza Popular; Pedro Pérez, por la Internacional Liberal, y Javier Rupérez, por el Partido Demócrata Popular. También asistieron representantes de Alemania Occidental, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y del Grupo de Contadora. El PSOE no envió observadores, aunque a título personal acudió el concejal del Ayuntamiento de Madrid Miguel Rodríguez Franco.

Versión de la OID

"En El Salvador este apoyo del Gobierno español y de su embajada a la guerrilla salvadoreña es un secreto a voces`, declaró uno de los observadores políticos españoles, que recordó una afirmación, en este sentido, que le fue hecha en marzo por el rector de la universidad Católica de El Salvador, el jesuita español Ignacio Ellacuría, persona que simpatiza con las tesis del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional.

Inocencio Arias, director de la Oficina de Información Diplomática (OID),, del ministerio español de Asuntos Exteriores, manifestó ayer a EL PAIS que en ningún momento se ha permitido la utilización de la valija para la libre comunicación entre miembros del Frente Farabundo Martí.

"Lo que si ha existido en el pasado y sigue existiendo ahora, en algunas ocasiones, es el permiso para utilizar la valija diplomática por razones humanitarias por parte de familiares de desaparecidos para conocer el destino de los mismos", afirmó Inocencio Arias.

El director de la OID añadió que la Embajada española en El Salvador interviene sólo en cuestiones humanitarios en relación con los guerrilleros y señaló, como otro ejemplo, que España recibirá próximamente a 20 de ellos.

La utilización de la valija contraviniendo las normas diplomáticas suele ser una denuncia frecuente a escala internacional. En España, por ejemplo, la policía interceptó recientemente las valijas de la Embajada de Irán, por un asunto de tráfico de armas, y de Colombia, por otro de narcotráfico.

Unas relaciones frías y una visita con protocolo de segunda

El Gobierno de Felipe González ha mantenido una política de frialdad y distanciamiento con el proceso político de El Salvador que se remonta a las elecciones presidenciales del 25 de marzo de. 1984, cuando José Napoleón Duarte consiguió frenar las posibilidades electorales de la extrema derecha encabezada por el general D'Aubuisson.En aquella ocasión, el Gobierno González se negó a enviar observadores alegando que "su presencia serviría para legitimar unas elecciones que no se pueden controlar", y que en El Salvador tenía prioridad el proceso pacificador sobre el proceso electoral (ver EL PAIS del 25-3-84). El presidente salvadoreño llegará a Madrid el próximo día 5 en su primera visita oficial desde que asumió la jefatura del Estado en mayo del año pasado. José Napoleón Duarte intentó ser recibido en España durante da gira que realizó por la República Federal de Alemania, Francia y Bélgica en julio de 1984, pero por parte española se alegaron dificultades de calendario.

Fuentes diplomáticas salvadoreñas se quejan también de que ahora la visita se ha considerado como de "segunda categoría", dentro del protocolo asignado a jefes de Estado. El presidente Duarte hablará ante el Senado y no ante el Congreso de los Diputados, y el Rey le ofrecerá un almuerzo en la Zarzuela, pero no habrá cena de gala, aunque Duarte estará en Madrid tres días. A pesar de que Napoleón Duarte se ha reunido ya en dos ocasiones con representantes del Frente Farabundo Martí (octubre y noviembre del año pasado) y existe una comisión mixta guerrilla-Go-bierno para establecer un diálogo permanente de paz, la actitud oficial española no ha cambiado.

Las divisiones internas dentro de la guerrilla de El Salvador son producto de la integración en 1980 en torno al FMLN de miembros del antiguo Partido Comunista, del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), y de las dos ramas en que se dividió a su vez éste: las Fuerzas Armadas de la Resistencia Nacional (FARN) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC).

La autoría de uno de los grupos integrados en el FMLN -el Frente Pedro Pablo Castillo- del secuestro de la hija de Duarte, Inés, liberada la semana pasada, han dificultado el diálogo de paz y han recrudecido el enfrentamiento con el Ejército salvadoreño.

Ni siquiera en este último incidente familiar, se quejan fuentes salvadoreñas, el Gobierno español ha ofrecido su apoyo para resolverlo como han hecho los de Francia, Alemania Occidental o Estados Unidos. Sólo algunos partidos de la oposición española y el Defensor del Pueblo ofrecieron su apoyo a Duarte.

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