¿Más libertad?

"Mi libertad es mi capacidad para hacer lo que me dé la gana".Con estas palabras empieza el señor Jesús Mosterín su artículo titulado Más libertad, publicado el jueves 10 en su periódico, al cual quisiera poner algunas objeciones, pues sin duda el autor no tiene muy claro el concepto libertad.

Si la libertad fuera hacer uno aquello que le da la gana, ¿podría alguien negar que en Chile existe libertad? Ya que Pinochet está haciendo lo que le da la gana, que es negar las libertades al pueblo chileno.

Libertad es el derecho de los otros para hacer aquello que a mí no me agrada, y como ocurre que yo para usted soy los otros, pues nadie podrá prohibirme que yo haga todo cuanto se me antoje, siempre que respete los actos de los demás. Otro cantar es que para la convivencia civilizada los hombres se vean obligados a establecer en ciertas materias códigos de conducta, tanto para circular con automóvil como para todas aquellas otras que necesiten de un ordenamiento; pero estas libertades no son fundamentales, sino secundarias, de ahí que puedan ser ordenadas sin que ello merme las libertades esenciales de la persona como son el derecho de pensar y poder expresar públicamente sus ideas, ya sean de tipo religioso, político... "Libertad no es lo mismo que democracia", efectivamente. La democracia no es la li bertad ni es la elección democrática igual a democracia, pues unos cuantos pueden ponerse de acuerdo para elegir de forma democrática al dictador, que posteriormente impondrán a los demás, lo cual no se puede decir que sea muy democrático. De ahí que el hecho de que Hitler llegara al poder por medio de unas elecciones no sea significativo de democracia, sino que queda reducido a un simple acto previo a su forma dictatorial de gobierno; por ello ocurre a veces que en países donde los gobernantes son elegidos hay menos libertades que en otros, en los cuales sus Gobiernos no son el fruto de unas elecciones generales.

Democracia es la tolerancia y el respeto a las minorías, pero no las minorías parlamentarias, las cuales no tienen el por qué tener más peso en el Parlamento que aquel que les dé su fuerza electoral, si bien no se les podrá prohibir que luchen y traten de convencer al pueblo para conseguir la mayoría y pasar a ocupar el Gobierno, pero no creo que sea muy democrático el trapicheo entre los grupos parlamentarios, que la mayoría de las veces sólo sirve para adulterar el programa votado por la mayoría de los electorel y, por tanto, un fraude a la democracia. El respeto a las minorías no es darles más pero que el que tienen a los grupos parlamentarios, sino el respetar las minorías religiosas, ideológicas, étnicas o sociales. Que aquellos grupos minoritarios de la sociedad tengan o no representación parlamentaria puedan vivir dentro de la sociedad en igualdad con la mayoría. Democracia es respetar las costumbres de aquellos grupos marginales de la sociedad, no convirtiéndolos en marginados sociales por el simple hecho de no pertenecer a las mayorías raciales, religiosas o políticas.

Por último, quisiera puntualizar algunas de esas libertades que tanto entusiasman a don Jesús, como las libertades de Prensa, radio y televisión, pues no creo que esas libertades sean ni más ni mejores por el hecho de que ciertas empresas puedan disponer de medios para decir al pueblo aquello que estos grupos minoristas, pero económicamente fuertes, quisieran que el pueblo escuche, sino para que dichas libertades sean posibles tendría que tener el pueblo acceso a estos medios de comunicación para poderse expresar a través de sus asociaciones de base y movimientos sociales, culturales, etcétera, pues lo contrario es la libertad para unos cuantos y la marginación para la inmensa mayoría, o sea, la dictadura de los medios de comunicación, aunque éstos pertenezcan a la empresa privada.

Mi libertad de comunicación hasta el presente se ha visto limitada a un par de cartas al director, que son las que vieron la luz hasta hoy en los distintos periódicos a los que me dirigí, si bien otra docena quedaron en la papelera. Espero que con la presente haya suerte; si no fuera así, espero que al menos llegue a ser leída por don Jesús Mosterín, al cual le envío un afectuoso saludo.-