Pérdida del sentido de lo sublime
Lyotard subraya, a la hora de evaluar el desarrollo de la filosofía europea, el saludable redescubrimiento de la fenomenología, proceso que se está dando simultáneamente en Estados Unidos y Latinoamérica. "Europa se muestra más abierta a la .influencia de los pensadores angloamericanos, fundamentalmente en aquellos países, como España, Francia o Italia, que han sido más resistentes a esta influencia", aseguró.Habló de la crisis de los fundamentos de la ciencia, de la crisis de las vanguardias y de la pérdida del sentido de lo sublime en la filosofía y en la sociedad. "El problema central tanto para la ciencia, para el arte, como para la filosofía", aseguró, "es el mismo: han entrado en crisis las condiciones de la representación, es decir, las nociones del espacio y del tiempo".
Aseguró que las sociedades han perdido el sentido de su destino y creen que el devenir no tiene finalidad. "Por eso", asegura, "en lugar de interrogarse sobre su futuro, se interrogan sobre las condiciones de su representación, su espacio y su tiempo, y esto es lo que caracteriza a la posmodernidad".
Por último, consideró que esta incertidumbre actual es siempre preferible a las ideologías, que han pretendido explicar el sentido de la historia mediante la utopía.
En el fondo del escenario de la crisis de valores cree Lyotard que se alberga la pregunta fundamental de estos tiempos: "¿Para qué continuar el crecimiento científico y tecnológico si no garantiza la liberación del hombre y si, en definitiva, no es humanista?". De la respuesta a este interrogante surgírá el pensamiento que defina a la sociedad posmoderna ya que "lo posmoderno se define por la ausencia de criterios para pensar".
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