Túnez, última escala para Whitehead
El subsecretario de Estado norteamericano, John Whitehead, que llegó anoche a Túnez, cerrará su gira por el Mediterráneo sur con una entrevista, hoy, con el presidente tunecino, Habib Burguiba, y altos responsables de su Gobierno. El afán del enviado de Ronald Reagan es recomponer las relaciones de Estados Unidos con los países de la zona, especialmente deterioradas en el caso de este pequeño país norteafricano a consecuencia de la posición norteamericana sobre el bombardeo israelí contra el cuartel general de la OLP, y los posteriores sucesos que han rodeado al secuestro, el 7 de octubre, del transatlántico italiano Achille Lauro.El Gobierno tunecino no había informado oficialmente aún ayer de la llegada de Whitehead, que procede de Roma y El Cairo, lo que era interpretado en medios diplomáticos occidentales como "un intento de evitar posibles desórdenes callejeros similaresa los registrados en Egipto". Precisamente ayer, se inauguró el curso en la facultad de Derecho de Túnez, una de las más politizadas de la Universidad, y existía el temor por parte de las autoridades del país de que el anuncio de la llegada de un emisario norteamericano pudiera ser recibida con manifestaciones populares en un momento en que el país atraviesa una calma total.
La influencia de Estados Unidos en Túnez, que alcanzaba su mejor momento con antelación al ataque israelí, en concreto por la solidaridad y el apoyo que Washington ofreció al presidenete tunecino, Habib Burguiba, en el contencioso de su país con Libia, ha disminuido ostensiblemente, hasta el punto de que los, periódicos han dejado de hablar del embajador Peter Sebastián, cuyas actividades antes eran invariablemente destacadas con grandes caracteres.
La ostentosa apariencia con que circulaban . por las calles de, Túnez los vehículos de la embajada americana antes del ataque israelí ha cambiado también de tal forma que ahora los diplomáticos norteamericanos suelen desplazarse en automóviles europeos camuflados. Así, el consejero (segundo de la Embajada) Anderson, llegó el pasado viernes al Ministerio de Asuntos Exteriores para preparar la visita de Whitehead en un viejo Fiat de matrícula tunecina que pasó desapercibido para la seguridad del edificio.
"Política nefasta"
Medios políticos tunecinos sin responsabilidad de Gobierno no dejan de expresar su sorpresa por lo que consideran "una nefasta política norteamericana" hacia un país como Túnez, que ha dado pruebas suficientes en los últimos tiempos de su afinidad a Washington. Los mismos medios se muestran partidarios de volver a una cooperación más profunda con Francia, cuyo jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, Maurice Schmitt, inicia también mañana una visita a este país. Pesé a todo no hay quien olvida que en lo que va de año Túnez ha obtenido de Estados Unidos 81 millones de dólares (unos 13.000 millones de pesetas).
En el Gobierno tunecino existe, sin embargo, un deseo rápido de retorno a las buenas relaciones, dado que las autoridades de Túnez no se pueden permitir el lujo de mantener una política agria hacia Estados Unidos -aunque la calle y los partidos de oposición presionen en ese sentido-, porque aún se encuentra inmerso en un conflicto con Libia en el que no se puede quedar solo.
Burguiba, consiguió calmar a las masas populares tunecinas transmitiéndoles la idea de que la abstención norteamericana en el Consejo de Seguridad ante la incursión israelí había sido una exigencia suya ante Estados Unidos. Esto fue importante de cara a la calle y consiguió una calma que ha permitido al Gobierno de Mohamed Mzali disfrutar de cierta tranquilidad en las últimas semanas.
Estados Unidos quiere que la OLP se vaya de Túnez, aunqueen los últimos tiempos la presencia de la organización palestina se circunscribía casi exclusivamente al apará-to que gira alrededor del líder Yasir Arafat. Los campamentos de refugiados Borj Cedria y Beja se encuentran prácticamente deshabitados. De las masas de palestinos llegadas tras la batalla de Beirut hace dos años, quedan apenas unos 200 en Túnez, algunos de los cuales serán los nuevos inquilinos de unas viviendas que, a marchas forzadas se están construyendo para ellos en la localidad de Zarzis, a 545 kilómetros al sur de la capital.
Tras la destrucción en el bombardeo israelí del centro de comunicaciones y la base de la Fuerza-17, grupo de elite en el que el líder de la OLP, Yasir Arafat, recluta su propio servicio de seguridad, la OLP sólo cuenta en Túnez con la oficina de su dirección política.
El otro tema que se debatía ayer entre miembros del Gobierno tunecino era la acusación realízada contra Túnez por el presidente egipcio Hosni Mubarak contra Túnez de "compficidad con Estados Unidos" en. el caso del Achille Lauro, por una supuesta oposición de los dirigentes de este país a que el Boeing egipcio que transportaba a los cuatro secuestradores y al dirigente palestino Abu Abbas aterrizara en suterritorio.
Fuentes gubernamentales desmintieron ayer la acusación de Mubarak, en una entrevista a la cadena norteamericana de televisión CBS, y se renátieron a la declaracion que un portavoz de la diplomacia tunecina hizo recientemente tras otra acusación egipcia. Dicha denuncia fue formulada por el diario cairota El Akhbart, y sostenía que Túnez había informado a EE UU del despegue del avión egipcio, lo que permitió la intercepctación del avión en que viajaban los piratas palestinos por parte de los cazas norteamericanos. "Son acusaciones graves y falsas", dijo la fuente consultada.
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