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Marruecos, cada vez más aislado por su alianza con Libia

Marruecos, por su alianza con Libia y, en cierta medida, por sus posiciones en el conflicto del Sáhara, es el único país que se encuentra descabalgado de la importante ofensiva diplomática que se está proyectando en el norte de África tras los acontecimientos surgidos a raíz del 1 de octubre.Pese a que el rey Hassan II fue el primer jefe de Estado que envió a suelo tunecino, tras el raid israelí, una importante delegación, encabezada por su primer ministro, Karim Lamrani, para transmitir la solidaridad de Rabat al régimen de Habib Burguiha, desplazamientos posteriores, como, el del emisario egipcio Ussama el Baz o el de los jefes de Estado de Argelia o Mauritania, han eclipsado este precipitado, aunque hábil, viaje, en opinión de algunos observadores occidentales.

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La amistad entre Túnez y Marruecos sigue vigente, aunque ambos países, por mucho que se complementen, pertenecen en la actualidad a distintos ejes. No obstante, Marruecos está dando pruebas evidentes de su apoyo a Túnez -aunque concentradas en el episodio del bombardeo israelí- y en las últimas semanas los periódicos de Casablanca y Rabat transmiten un sentimiento antinorteamericano hasta ahora desconocido.

Este sentimiento, que se ilustra con ridiculizaciones de la figura del presidente norteamericano, Ronald Reagan, sintoniza con el malestar existente en todo el norte de África por la postura de Washington ante el bombardeo israelí y en, el asunto del Achille Lauro.

Sin embargo, hay observadores que estiman que también puede ser eco de la rabieta existente en círculos influyentes de la política marroquí a consecuencia de una supuesta negativa de Reagan a recibir en. solitario en la Casa Blanca a un jefe de Estado como Hassan II, que mantiene una alianza con "el enemigo Gaddafi". El rey de Marruecos, de todas formas, suspendió su visita programada, a Estados Unidos.

Túnez ha recibido en las últimas semanas al presidente Chadli Benyedid y el sábado despidió, tras dos días de visita oficial, al jefe de Estado mauritano, coronel Maauia Uld Sid Ahmed Taya. Con estas dos visitas se ha querido demostrar la efectividad y buen funcionamiento del tratado de fraternidad y concordia de marzo de 1983 y que une en alianza a estos tres países.

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