Los cinco supervientes del 'Alcoco' regresaron a medianoche a Las Palmas

Los cinco supervivientes del pesquero Alcoco, abordado y hundido por el buque soviético Jozas Vitas el pasado lunes en aguas de Mauritania, regresaron sobre la medianoche de ayer, domingo, a Las Palmas. En el aeropuerto de Gando, donde les esperaban sus familiares, se vivieron momentos de gran emoción, después de que los cinco han estado retenidos una semana en Mauritania. Los cadáveres de los tres tripulantes fallecidos -otros cuatro desaparecieron tras el choque- habían llegado en la madrugada de ayer a Las Palmas a bordo del buque hospital español Esperanza del Mar.

Los cinco supervivientes -tres canarios, un mauritano y un senegalés- fueron recogidos por una avioneta perticular de la empresa Naysa, fletada expresamente por el Instituto Social de la Marina (ISM) para su repatriación. Los tres supervivientes de nacionalidad española son el patrón Cristo Rey Herrera, de 43 años; Miguel Santana Pérez, de 56, e Isidro Santana Ortega, de 25 años. Estos dos últimos son padre e hijo, respectivamente.A su llegada a Las Palmas manifestaron que pensaban hacerse un reconocimiento rutinario, aunque se encontraban en perfecto estado. Preguntados si consideran confirmado que el Jozas Vitas fue el autor del abordaje, los marineros contestaron que estaban convencidos de ello: "A nosotros" agregaron, "nos lo confirmaron marinos mauritanos que viajaban a bordo del barco soviético". También apuntaron el rumor que se está propagando por Mauritania según el cual el Alcoco llevaba las luces apagadas. Extremo éste que desmintieron categóricamente.

El buque hospital Esperanza del Mar llegó, pasada la medianoche del sábado, al puerto de La Luz, procedente del puerto mauritano de Nuadhibú, para desembarcar los tres cadáveres de los tripulantes del Alcoco, únicos encontrados hasta ahora de entre las siete víctimas del accidente. Los familiares se mantuvieron en silencio duran te el desembarco de los restos mortales de los pescadores, contenidos en cajas de zinc cubiertas por lonas, en las que se leían su nombre y la fecha del naufragio. Luego, fueron transportados al Instituto Anatómico Forense en dos ambulancias.

Los cuerpos de los tres marineros, José Francisco Santana, de 25 años; Prudencio Santana, de 32, y Ramón Corujo, de 54 años, fueron enterrados ayer a las 19.30 -once horas más tarde de lo previsto, dado el estado de congeleción en el que se encontraban los cuerpos-, en el cementerio de San Lázaro, después de que se les practicara la autopsia. Desde que el buque soviético Jozas Vitas recogió el pasado lunes, a los náufragos del Alcoco, los cuerpos de los tres marineros han estado sometidos a bajas temperaturas.

El Esperanza del Mar volvió a los caladeros de la costa del Sáhara en la mañana de ayer.

Por otra parte, fuentes del Instituto Social de la Marina han indicado que las labores de búsqueda de los otros cuatro pescadores del Alcoco no han dado resultado positivo.

Dos buzos de la empresa española Dragados y Construcciones -que desarrolla una obra portuaria en Nuadhibú- han tratado de bajar a los restos del pesquero siniestrado para averiguar si se encuentran los cuerpos, pero no los han localizado.