Condena de Londres, que teme que se deteriore la situación interna
El Gobierno británico condenó ayer la ejecución del poeta negro Benjamín Moloise y manifestó que su muerte "sólo contribuirá a exacerbar la situación interna de Suráfrica". La práctica totalidad de los jefes de Gobierno de la Commonwealth calificó de "repugnante y escandalosa" la ejecución.Un portavoz del Foreign Office declaró que el Reino Unido votó en 1984 a favor de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en la que se pedía a Pretoria la conmutación de la pena de muerte de Moloise. Una petición similar fue enviada por el Gobierno británico el pasado agosto y reiterada la pasada semana.
. Lamentamos una ejecución que sólo contribuirá a exacerbar la situación interna en Suráfrica", declaró el portavoz. El Reino Unido se unió el jueves a una petición de clemencia enviada por todos los países de la Commonwealth, cuyos máximos dirigentes están reunidos en las Bahamas, al presidente surafricano, Pieter W. Botha, en un intento de última hora de evitar la ejecución.
Repulsiva y escandalosa
La noticia de la ejecución de Moloise a primera hora de la mañana de ayer en Pretoria, madrugada en las Bahamas, produjo una explosión de irritación en la conferencia. La mayoría de los líderes, en especial los jefes de Gobierno de los países africanos, la calificaron de "repulsiva y escandalosa", y el secretario general de la Commonwealth, sir Shridath Sony Ramphal , la describió como "un asesinato que sólo demuestra una vez más el desprecio que las autoridades de Pretoria sienten hacia la opinión pública mundial".
La ejecución de Moloise, militante del opositor Congreso Nacional Africano, ha contribuido a aumentar la presión de los países de la Commonwealth para que el Reino Unido acceda a imponer sanciones económicas contra Pretoria, cuestión hasta ahora tabú para la primera ministra, Margaret Thatcher.
A pesar de las intervenciones de varios jefes de Gobierno a favor de las sanciones, especialmente el presidente Kenneth Kaunda, que ayer abrió el debate sobre Suráfrica, y el primer ministro australiano, Robert Hawke, la posición de Margaret Thatcher ha sido resumida por el primer ministro indio, Rajiv Gandhi, con la calificación de "frígida". La primera ministra británica resumió su posición ayer, durante su intervención en el debate, con una llamada al "buen sentido" por parte de todas las delegaciones, "con el fin de conseguir que se devuelva la dignidad a la población negra de Suráfrica".
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