Múltiples peticiones internacionales a Suráfrica, para que no se ejecute a Moloise
La Comunidad Económica Europea, junto con España y Portugal, así como Gobiernos y partidos políticos de todo el mundo, pidieron ayer al presidente de Suráfrica, Pieter Botha, que suspenda la aplicación de la pena de muerte de Benjamín Moloise, militante antiapartheid de raza negra. La ejecución de Moloise, de 30 años, condenado por el asesinato de un policía negro, estaba prevista para esta mañana. Las peticiones -dirigidas a Botha, única persona con poder para salvar a Moloise- resaltan el peligro de un estallido de violencia racial si se cumple la sentencia.
El secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, y el presidente de la Asamblea General, el español Jaime de Piniés, enviaron sendos mensajes a Botha contra la inminente ejecución.
Más información en la página 56
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