El Banco Mundial prevé una reducción de la actividad económica a causa del proteccionismo
El Banco Mundial presentó ayer un panorama marcadamente desesperanzador para la economía internacional, como consecuencia de las crecientes presiones proteccionistas en las naciones industriales, y fundamentalmente Estados Unidos. Al mismo tiempo, el ministro de Economía y vicepresidente del Gobierno peruano, Luis Alva Castro, confirmó ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) que su país no pagará más del 10% de sus exportaciones en concepto de servicio de deuda, y que sólo negociará con sus acreedores privados.
Anne Krueger, vicepresidente del Banco Mundial, expuso en la capital coreana las perspectivas a corto plazo para la economía mundial y, sin que se la pueda tachar de alarmista, presentó unas perspectivas ciertamente desoladoras para los próximos meses. "A menos", -señaló Krueger-, "que se invierta la corriente proteccionista y que el acuerdo de los cinco países industriales para estabilizar el dólar cumpla su cornetido". La funcionaria abogó, en la línea ya defendida por los informes del FMI, por políticas de expansionismo económico en aquellos países que hayan tenido éxitos alentadores en sus políticas de ajuste.Por áreas geográficas, la vicepresidenta del Banco Mundial pronosticó un crecimiento económico del 2,5% para la economía norteamericana, un decaimiento relativo de la actividad japonesa y un comportamiento igual al del pasado año para las economías europeas. Para las naciones en desarrollo, el crecimiento esperado para 1.985 es del 4% (uno menos que el pasado año), que apenas será del 3% en las naciones latínoamericanas.
Dura crítica peruana al FMI
La jornada de ayer de la asamblea plenaria del FMI y Banco Mundial, que termina hoy en Seúl, centró su atención en la intervención del representante peruano, Luis Alva Castro, que hizo un singular ataque a la estructura del Fondo Monetario Internacional y su función supervisora de las economías de aquellos países que tienen acuerdos de refinanciación de su deuda con la institución internacional. Alva no llegó a amenazar con la salida de su país del FMI, pero se quedó muy corto de ello.Al ratificar que Perú no pagará más del 10% de sus exportaciones en concepto de servicio de deuda y que, negociará al margen del FMI con sus acreedores, Alva Castro silenció que este país está al día en sus obligaciones con el Fondo, entidad que soporta el 60% de su deuda externa, calculada estos días en 13.500 millones de dólares, unos 2,2 billones de pesetas. El hecho de que Perú espere 800 millones de dólares de préstamos del Banco Mundial en los próximos días, le hace estar al día en sus obligaciones con el sistema FMI-Banco Mundial.
Los pagos vencidos de Perú ascienden a 3.200 millones de dólares, que a primeros de 1986 serán 5.760 millones. "Con unas exportaciones de apenas 3.200 millones de dólares al año, está claro que no podemos pagar", dijo el asesor ministerial.
El Gobierno de Alan García ha enviado ya una carta a sus acreedores expresando el deseo de Perú de abrir negociaciones para reestructurar su deuda, negociaciones que, matiza, deberán realizarse al margen del FMI, extremo que no ha sido aceptado hasta la fecha por la banca internacional.
Ante esta circunstancia, tanto el FMI como la Administración Reagan han advertido al Gobierno García que Perú arriesga quedarse al margen de los nuevos instrumentos de asistencia multilateral si persiste en su actitud. El duelo Perú-FMI se presenta así como una batalla singular, en un momento en que importantes naciones deudoras (Argentina, Brasil y pronto México) han llegado ya a acuerdos con el FMI y sus acreedores.
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