El Madrid aprovechó la mala defensa del AEK
El Madrid resolvió con facilidad su encuentro de vuelta ante el AEK, que compareció en el Bernabéu con una defensa pésima. Al cuarto de hora de juego el Madrid había marcado ya tres goles, casi sin saber cómo, y se le había anulado uno. El Madrid sacó su alineación de gala, incluso con dos hombres, Butragueño y Valdano, levemente lesionados y que tuvieron que jugar por. si las cosas venían mal dadas. Pero no hubo problemas. El partido no tuvo gran altura por la falta de rival pero sí constituyó un hermoso espectáculo.El AEK es un equipo con una defensa mala, y que además pareció impresionarse mucho por el imponente marco del estadio Bernabéu, que tanto y con tanta frecuencia sobrecoge a equipos de países en los que no acude tanta gente a los campos de fútbol. Así, si el AEK pareció un equipo medianamente bien armado de media hacia adelante e incluso con cierta capacidad de dureza, atrás fue terriblemente blando.
Al cuarto de hora todo estaba resuelto. Un autogol absurdo primero, un fallo del portero después, y un mal cálculo de la defensa al adelantarse para dejar a Butragueño en fuera de juego propiciaron otros tantos goles en 17 minutos. Antes de todo eso, además, el francés Demmler había anulado un gol al Madrid a la salida de un córner, por carga ilegal de Hugo Sánchez al meta griego.
Así que, con el partido resuelto, no había otra cosa que hacer sino mirar en detalle cómo anda el Madrid. Se vio que anda mal en serenidad y control de los propios nervios, porque las actitudes camorristas del sueco Sanberg sacaron de sus casillas a más de un jugador, y Sanchis estuvo a punto de ser expulsado. De hecho, mereció serlo por un directo fallido al mentón del alemán.
Pero se vieron cosas buenas. Se pudo, por ejemplo, ver a un Gallego bastante recuperado con respecto a anteriores encuentros. Demostró más tensión ofensiva y algo más de acierto en el manejo del balón. También pudo el público disfrutar del buen momento de Butragueño, cuya rapidez de movimientos le permite eludir a cualquier contrarío, y de la buena colocación para el remate de Hugo Sánchez y Valdano, que si sólo salieron a gol por barba bien pudieron ambos marcar algún tanto más.
Con el partido ganado, el segundo tiempo no fue mucho más que un entrenamiento. El Madrid tiene muy próximo el difícil encuentro de Liga contra el Atlético, y el descanso le sirvió para comprender que aceptar la oferta de pelea que proponía el sueco Sanberg no servía para nada bueno, de modo que en el segundo tiempo se limitó a tocar el balón al espacio libre y a acelerar cuando veía algún resquicio por detrás de la defensa del AEK.
Por su parte, los griegos, pasado el susto y una vez que comprendieron que la eliminación era inevitable, jugaron algo mejor. No es que llegaran a parecer un buen equipo, pero al menos la defensa no regaló tanto como en el primer tiempo, aunque sí fue desbordada en varias ocasiones.
La historia del segundo tiempo fue así un bonito espectáculo, con llegadas claras no resueltas en gol porque los remates se escapaban por poco o eran detenidos por el volatinero y afortunado meta griego. Sólo llegó un gol, pero su extrarodinaria belleza compensó sobradamente. Lo marcó Hugo Sánchez en espectacular acrobacia con la que resolvió una excelente penetración de Gordillo por su banda.
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