_
_
_
_

David Taylor

Especialista en animales salvajes, está en España hace cuatro días para tratar la enfermedad del panda 'Chu-Lin'

David Taylor, de 51 años, divorciado y padre de dos hijos, es el director de un prestigioso equipo de veterinarios compuesto por cuatro hombres que trabajan en Europa y tres en Estados Unidos y Japón, dedicados a asesorar, investigar y tratar las más raras especies de animales que viven en los zoológicos, parques naturales y reservas acuáticas. Los cinco primeros volúmenes de su autobiografía, llevados a las pantallas de televisión por la BBC, alcanzó el año pasado el tercer puesto en el ranking de audiencia.

Taylor nació en un pueblo industrial cercano a Manchester. "Cuando yo era niño en Rochale", dice, "sólo existían fábricas de algodón y grandes charcas donde vivían ranas". Allí comenzó su interés por los animales. A pesar de ser uno de los más prestigiosos especialistas mundiales en animales salvajes y en especies en extinción como las ballenas, orcas, pandas y orangutanes, siguen siendo las ranas su animal favorito. "Me gustaría", dice, que en el zoológico de Madrid consiguieran traer alguna rana Goliat". Este tipo de rana sólo existe en Guinea Ecuatorial y Taylor explica emocionado, ayudándose con las manos, que algunos ejemplares llegan a medir 1,50 metros.Para este experto, que conoce casi todos los zoológicos del mundo, el de Madrid se encuentra entre los tres primeros, junto con el de San Diego (EEUU) y KoImarden (Suecia). Taylor estudió la especialidad de Patología Humana Comparada en la Universidad de Glasgow y cree que la ciencia médica no debe diferenciar las enfermedades de los humanos y de los animales. "Por eso", explica, "es interesante estudiar las enfermedades comúnmente humanas que son padecidas por los animales". Piensa que el panda es uno de los animales más interesantes y su escasez en el mundo acrecienta su curiosidad científica. "No son osos y tampoco son humanos, son algo muy especial".

Los primeros 24 capítulos sobre su vida que se emitieron el año pasado en la BBC, los domingos a las siete de la tarde, han sido vendidos a un canal estadounidense. "Es curioso", comenta divertido, "soy el único veterinario que está afiliado al sindicato de actores británico". El doctor Taylor tuvo que sindicarse porque se propuso actuar como extra en cada uno de los programas. "Aparecí en pantalla 24 veces pero mi madre nunca me reconoció. Cuando acabábamos de grabar una secuencia", recuerda, "el director sentenciaba 'bien por sonido, bien por cámara' y añadía, 'bien por usted, doctor Taylor'. Siempre me tenía que localizar entre un grupo de extras que me miraban extrañados".

Taylor recuerda como uno de sus trabajos más emocionantes los cuidados que dispensó a tres orcas que habían quedado atrapadas en una zona helada de los mares de Islandia y que padecían neumonía y Srost Vite. Una vez restablecidas, cuando las devolvieron a mar abierto, estuvieron regresando durante un tiempo al lugar donde habían sido curadas.

David Taylor es un hombre que no para de mover sus manos cuando trata de explicar algo. Gesticula constantemente y posee un sentido del humor contagioso. Su deporte preferido, "aparte de subir y bajar de los aviones", es jugar al ajedrez. Y se siente orgulloso de cocinar los spagueti con almejas mejor que los italianos mientras escucha música clásica, preferentemente Mozart, Vivaldi, Bach y Haendel.

Taylor parte mañana para Italia, donde esperan sus atenciones siete delfines y un rinoceronte.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_