La mejoría de la Bolsa de Nueva York permite que el índice Dow Jones recupere la cota 1.300
Los mercados bursátiles norteamericanos han mejorado sus posiciones durante esta semana, recuperando el índice Dow Jones la cota 1.300, que había perdido durante las pasadas sesiones. La caída de la divisa norteamericana y el posible descenso a corto plazo de los tipos de interés ha beneficiado a algunos sectores de la Bolsa de Nueva York, ya que se piensa que las multinacionales exportadoras de bienes de equipo pueden mejorar sensiblemente su competitividad en los mercados exteriores con un dólar más barato.Pero los inversores siguen sumamente preocupados con el impacto que podría tener la publicación de los beneficios empresariales del tercer trimestre, ya que muchos especialistas piensan que serán inferiores a lo esperado. También son motivo de preocupación los problemas relativos a los déficit y su forma de control y el escaso crecimiento de la economía durante los dos primeros trimestres. En este contexto de incertidumbres, según Shearson Leliman/ American Express, es posible que la bolsa, aun estando sobrevendida, sufra nuevas presiones vendedoras a pesar de que puede descartarse que el Dow Jones se aproxime a la cota 1.280, donde técnicamente se sitúa el nivel de soporte.
La reunión de los ministros de Finanzas de los cinco países más industrializados ejerce una influencia potencial muy grande sobre los mercados de bonos. Para conseguir una devaluación del dólar hace falta la cooperación de la Reserva Federal, que debe facilitar el descenso de los tipos de interés, pero hasta el momento no se ha visto ningún cambio de su estrategia. Incluso la autoridad monetaria ha hecho todo lo contrario, provocando un alza de los fondos federales (interbancario).
Por otra parte, la comunidad financiera expresó su preocupación por las tensiones inflacionistas, que implican la baja de los tipos y del dólar, mediante un trasvase de fondos colocados en bonos a largo plazo que pasaron a corto. Sin embargo, la inflación no supone un peligro serio, pues si bien es cierto que una devaluación del 10% del dólar representaría un aumento de un punto en la inflación, la tasa del 3% garantiza un amplio margen de seguridad.
El acuerdo de los cinco grandes para devaluar la divisa norteamericana es un intento de anular los efectos negativos de un dólar demasiado alto y mantener la recuperación económica en Estados Unidos y en el resto del mundo, cortando la creciente ola proteccionista.
La devaluación del dólar, sin embargo, presenta un cierto riesgo inflacionista. Por ello, cualquier descenso de esta divisa debería ser gradual. Pero este proceso no es fácil de llevar a la práctica, ya que, dada la magnitud de la caída, no sería sorprendente una recuperación técnica a corto plazo.
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