Majó y Leguina se entrevistaron ayer con el vicepresidente de la multinacional AT&T

John M. Nemecek, vicepresidente de la multinacional americana American Telephone and Telegraph (AT&T), se entrevistó ayer en Madrid con el ministro de Industria, Joán Majó y el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina. Aunque el vicepresidente de AT&T afirmó que "mi objetivo principal al venir a España es el de entrevistarme con los sectores clave que han apoyado el proyecto de nuestra instalación en este país", los contactos han tenido también contenido económico.La reunión mantenida a primeras horas de la mañana con Joán Majó sirvió para ir concretando los flecos del acuerdo todavía pendientes. Básicamente, falta por articular legalmente las ayudas concedidas por la Administración española para la instalación de AT&T en nuestro país, lo que supone homogeneizarlas con la legislación comunitaria, de modo que se eviten posteriores sorpresas desagradables.

El vicepresidente de la multinacional americana, que estuvo acompañado en su periplo madrileño por el consejero delegado de la Compañía Telefónica Nacional de España, Diego Martínez Boudes, afirmó que el primer chip (circuito integrado) español estará en el mercado a finales de 1987 y que no se han producido retrasos significativos en el proceso de negociación. "Es normal", señaló, "que nos tomemos el tiempo necesario para revisarlo todo y asegurarnos de que todas las medidas proteccionistas son efectivas". Nemecek aseguró, sin embargo, que el acuerdo con España no tenía relación alguna con nuestro ingreso en el COCOM (Comité de Control de Exportaciones).

La nueva empresa, que probablemente se llamará AT&T Microelectrónica de España, invertirá en el período 1985-1988 unos 200 millones de dólares (34.0 00 millones de pesetas). Las ayudas que percibirá la multinacional americana ascienden a 135 millones de dólares (casi 23.000 millones de pesetas), de los que 60 millones de dólares serán subvenciones y resto corresponderá a crédito oficial.

La nueva fábrica se ubicará en Tres Cantos (Madrid) y la plantilla será de 700 trabajadores en 1990. La capacidad de producción de la planta será de 26 millones de circuitos integrados al año, de los que se exportarán el 80%.