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Decepción vecinal en Peñuelas por la actitud municipal frente a la estación de mercancías

En el barrio de Peñuelas se respira decepción por la actitud municipal sobre la estación de mercancías, emplazada en una zona rodeada de viviendas. El Ayuntamiento anunció el cierre de la estación y ordenó el cese de su actividad, pero la orden no se ha llegado a ejecutar. Carteles y pegatinas que reproducen los últimos accidentes ocurridos en la estación en los que murió un hombre, hechos por la asociación de vecinos La Unidad de Arganzuela, insisten en el mismo objetivo: "¡Fuera la estación!".

Los vecinos esperaban inquietos el momento en que se pudiera escuchar su voz, en la noche del pasado martes. El pleno de la Junta Municipal del distrito de Arganzuela llevaba ya cuatro largas horas de sesión y parecía que el turno de ruegos y preguntas, cuando los vecinos pueden tomar la palabra, no iba a llegar nunca."Me siento decepcionado y casi defraudado por la política del Ayuntamiento en este tema", señaló Antonio Murillo, portavoz de la asociación de vecinos La Unidad de Arganzuela. "Tengo la impresión de que lo que se pretende con el acuerdo entre Renfe y el Ayuntamiento es correr una cortina de humo e intentar acallar nuestra protesta".

Muchos vecinos comparten la opinión de que a la hora de entablar conversaciones con Renfe, el Ayuntamiento ha marginado tanto a la Junta Municipal como a los residentes, "que son los únicos que tienen un conocimiento real de los problemas planteados por la existencia de una estación de mercancías, donde se manipulan sustancias peligrosas, en pleno casco urbano". Los vecinos coinciden en que "las medidas anunciadas son insuficientes, ya que no incluyen el enterramiento total de la vía ni la supresión de los pasos a nivel y sin embargo se va a permitir la construcción de una doble vía para cercanías".

Una explosión de nitrocelulosa, el pasado 12 de agosto -que causó la muerte de un empleado de Renfe y una lluvia de fragmentos de metal en las inmediaciones de la estación- sembró la inquietud en el barrio.

Las conversaciones entre responsables de Renfe y el Ayuntamiento se iniciaron el pasado jueves 19 de septiembre. Un día después acordaban trasladar la estación al término municipal de Coslada en dos años, no en cuatro como estaba inicialmente previsto. El acuerdo incluye también, según fuentes no oficiales, un compromiso de Renfe para cubrir el tramo de vía férrea entre la glorieta de Santa María de la Cabeza y la calle de Ercilla, el acondicionamiento de los márgenes de la vía, la mejora de las condiciones de seguridad de la estación y el cese de la actividad en horas nocturnas.

Dos días antes de la primera reunión con Renfe, el Ayuntamiento comunicó a la empresa pública la apertura de un expediente de clausura de la estación que incluía una orden de cese inmediato de la actividad, alegando la falta de licencia de instalación, apertura y funcionamiento. La paralización nunca llegó a realizarse. Todo parece indicar que se trató de una medida propagandística, destinada a mejorar la posición del Ayuntamiento frente a Renfe en la negociación.

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