Aquella tarde en Pozoblanco

Paquirri murió el 26 de septiembre de 1984 cuando lanceaba al cuarto toro, Avispado, de la corrida de feria de Pozoblanco (Córdoba). Trasladado a la enfermería, el doctor Eliseo Morán le hizo una cura de urgencia y dada la extrema gravedad del torero ordenó su traslado a un hospital de Córdoba. Cerca de la ciudad sufrió un paro cardiaco, y los médicos que lo acompañaban decidieron ingresarlo en el hospital militar, donde falleció.José Cubero Yiyo fue testigo de excepción de una muerte que conmocionó a la opinión pública española. Con El Soro, Yiyo completaba la terna, junto a Paquirri, de aquella corrida. Fue precisamente el también malogrado Yiyo, quien murió de una cogida el 30 de agosto último en la plaza de Colmenar Viejo (Madrid), el que remató a Avispado. El único superviviente, El Soro, está anunciado en la corrida de hoy en Pozoblanco.

Los últimos momentos de Paquirri, con el muslo ensangrentado y la tranquilidad con la que le indicaba al médico la herida, pudieron ser vistos a través de las pantallas de televisión. Se dijo entonces que la tragedia sucedió en parte como consecuencia de las deficientes condiciones de la enfermería de la plaza de toros de Pozoblanco.

La frialdad del toreo de Paquirri, a veces repetitivo y monótono -aunque enmarcado en una técnica de primer orden-, le situaba a distancia de los grandes diestros, pero su popularidad anterior y su muerte lo convirtieron en un torero de leyenda.