41 alcaldes de El Bierzo estudiarán la ley de Comarcas para potenciar su autonomía

El alcalde socialista de Ponferrada, Celso López Gavela, propuso el pasado domingo, en el transcurso de una tradicional reunión con 41 alcaldes de la comarca de El Bierzo, la próxima celebración de una asamblea entre todos los titulares de los municipios bercianos para estudiar y participar en la elaboración de la futura ley de Comarcas, "encaminada", dijo, "a exigir nuestros derechos, el reconocimiento de nuestros intereses justos y la aceptación sin reparos de nuestra autonomía comarcal, que nos permitirá administrarnos con libertad dentro de los cauces de la Constitución".

López Gavela destacó, en presencia del presidente de la Diputación Provincial de León, Alberto Pérez Ruiz, y del consejero de Bienestar Social del Gobierno autónomo, Ignacio Santos, la falta de desarrollo industrial y el estancamiento económico en relación con las "grandes posibilidades de la comarca previstas a principio de siglo". Asimismo, acusó al que fuera comisario del Plan de Desarrolló, durante el mandato de Franco, López de Letona, de "despreciar las posibilidades de El Bierzo sin conocerlas". El alcalde socialista finalizó instando a los representantes democráticos de El Bierzo a poner en marcha el esfuerzo colectivo para que así "brote la ilusión y la confianza en nuestro futuro".Graves daños en Expobierzo 85

Por otra parte, a última hora de la tarde del pasado domingo fuertes rachas de viento huracanado produjeron importantes daños materiales en cerca de 40 casetas de la IV Exposición Monográfica Agroalimentaria e Industrial de Castilla y León, Expobierzo-85, que se celebra en Ponferrada desde el pasado día 4, así como heridas de carácter leve a un miembro del comité organizador de la feria, Lorenzo López Valcárcel, quien tuvo que ser ingresado en la residencia sanitaria de la seguridad social, Camino de Santiago, de Ponferrada, con fractura en una costilla, producida al golpearle parte del cerramiento de una caseta.

Cuarenta casetas, de un total de 118, situados todos ellos en el lateral izquierdo del recinto ferial, quedaron prácticamente destruidos por el fuerte viento reinante, que alcanzó velocidades superiores a los 65 kilómetros por hora. Unas 600 personas estaban en esos momentos en el interior de la feria, frente a las 3.000 que habitualmente suelen encontrarse en el recinto, aunque se produjeron numerosas escenas de pánico.