Seis muertos dejó la violenta jornada de protesta en Chile
Seis muertos, 22 heridos de bala y 577 detenidos fue el resumen oficial de la jornada de protesta del miércoles contra el régimen militar chileno. Santiago quedó semiparalizado desde el mediodía; 22 negocios fueron saqueados por turbas hambrientas; siete autobuses de transporte público, incendiados; un apagón afectó a la mitad del país, y hubo incidentes generalizados, toque de cacerolas y barricadas nocturnas.
La población respondió masivamente a la protesta respaldada por la oposición moderada, que llamó a la población a firmar un acuerdo amplio contra el régimen y a evitar la violencia, y por la izquierda radicalizada, que convocó a los manifestantes a salir a las calles y enfrentarse a la policía.La primera víctima fatal fue el adolescente de 16 años Juan Eduardo Pardo, que recibió un balazo cuando manifestantes asaltaban el centro abierto para la atención de menores que lleva el nombre de la esposa del general Pinochet, Lucía Irihart, en el suburbio obrero de Peñalolen. El proyectil provino de la policía para impedir la ocupación del local. En otro enfrentamiento entre carabineros y manifestantes, en un depósito de gas en el suroeste de Santiago, cayó herido de muerte el obrero de 23 años Daniel Aranda Saavedra.
Una tercera víctima, Marisol Vera Linares, de 22 años, fue alcanzada en la frente por una bala disparada desde un vehículo en marcha. Del mismo modo cayó abatido Julio Zuazo, de 25 años: iba a comprar cigarrillos y unos desconocidos le dispararon desde un coche blanco. Gregorio Zabala, de 20 años, fue alcanzado por disparos de escopeta hechos por los dueños de una panadería que estaba siendo saqueada. José Soto Herrera, de 22 años, recibió disparos de la policía mientras levantaba barricadas en el sector sur de la capital.
La jornada comenzó con 20 bombazos y bloqueo de calles y avenidas en zonas periféricas. En el centro de Santiago, miles de ciudadanos concurrieron a firmar el Acuerdo nacional por la transición a la plena democracia, preparado por un conglomerado de partidos políticos de derecha, centro e izquierda moderada. La policía usó contra ellos carros cisterna y gases lacrimógenos. La represión incitó a los manifestantes a levantar barricadas en plena avenida del Libertador Bernardo O'Higgins, la más importante de Santiago. Similar situación ocurría en las principales ciudades del país.
Mezcla de estrategias
Las diferentes estrategias opositoras tendieron a confundirse. Desde las dos de la tarde la jornada fue tomando características de paro en Santiago. El absentismo escolar fue masivo. El comercio y los bancos cerraron temprano. Por la tarde el transporte público desapareció por completo de las calles y las barricadas se generalizaron en todas las zonas periféricas. Por la noche el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, grupo armado que combate al régimen militar, se atribuyó un, corte de energía eléctrica que dejó sin luz a más de la mitad del país.A la misma hora de los incidentes el presidente Augusto Pinochet pronunció un discurso en el lujoso club de La Unión, a dos calles del palacio presidencial de La Moneda. Pinochet dijo que su Gobierno "nunca ha sido una dictadura, sino una dictablanda".. Pero advirtió: "Si es necesario vamos a apretar la mano". A la salida Pinochet caminó hasta La Moneda y recibió abucheos y algunos aplausos de los transeúntes.
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