Se precisan niños
Los franceses están alarmados ante la caída fulminante de la natalidad. Algunas fábricas del cinturón industrial de París tienen en plantilla más norteafricanos que gabachos de toda la vida. Aquí empezamos a ver las orejas al lobo. Muchos maestros empiezan a quedarse sin trabajo por falta de alumnos. Para completar la faena, la ley del aborto puede ser la puntilla. Los padres de la patria han votado la muerte, de cara a la galería y de espaldas al futuro, Al final también en Altos Hornos de Vizcaya habrá más norteafricanos que abertzales de todo el ruedo ibérico.-
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