Afganistán
Leo en EL PAÍS del 14 de agosto un artículo firmado por Ramón Vilaró desde Peshawar sobre los refugiados afganos. Me induce a una reflexión sobre este conflicto:- Es un conflicto de resistencia de un pueblo, al menos en su gran mayoría, ante la invasión de otro Estado. ¿De dónde si no tres millones de refugiados de una población de sobre 17 millones?
- ¿De dónde procede un Gobierno como el de Karmal, ¡inpuesto al pueblo afgano por las armas? Estúdiese todos los movimientos sangrientos anteriores para los derrocamientos sucesivos que terminaron con la fidelidad incondicional de Karmal hacia la potencia invasora, quien aún excusa su invasión en el apoyo a un Gobierno impuesto por ellos mismos.
- ¿Cómo es que movimientos similares de intervención de EE UU (Vietnam, Centroamérica, etcétera) han ocupado siempre primeras planas en los periódicosde todo el mundo y, sin embargo, Afganistán apenas aparece?
Es por la eficiencia de medios tan absolutamente en contra de la libertad y democracia como sería, la prohibición total de entrada en Afganistán de medios de información que no estén bajo la onda de influencia de la potencia invasora?
- ¿No queda aquí una laguna, una falacia por parte de la potencia invasora, indudablemente maestra en las artes de desinformación, desenfoque, oscurantismo y manipulación de la información?
¿Qué ocurre en Afganistán? ¿Cuál es la magnitud real de este conflicto? ¿Por qué el silencio oficial de las grandes potencias, que sólo llegan a ayudas piadosas a través de organismos intermediarios? ¿Es que la comunidad internacional puede permitir -en silencio el machacamiento de un pueblo?-
