España, Europa y la Iglesia

Si no fuera por la enorme circulación del diario EL PAIS en muchas partes de Europa, no me ocuparía de contestar las afirmaciones de un tal Gabriel Cárdenas, desde Madrid.Él se dice latinoamericano, pero ignora que en el siglo XVI el criollo que no llevara apellido español entre los negros y los indios le quitaban la cabeza. Hace alarde de los Nobel latinoamericanos, pero se olvida que los cuatro tuvieron que aprender otros idiomas para adquirir la cultura que poseyeron, y los tres últimos son radicalmente anticlericales, me refiero a Asturias, Neruda y García Márquez.

Sólo un ciego puede dudar que el Vaticano no se ha derrumbado debido a la cuantiosa fortuna que posee, proveniente en casi su totalidad de los saqueos realizados por la Iglesia en las antiguas colonias al sur de Río Grande. Pero los santurrones, las beatas y los cucarros, no podrán salvar jamás el ala podrida del cristianismo.

Si el señor Cárdenas se hubiera ocupado de estudiar un poco, se hubiera enterado de lo que saben muchos españoles, como es que España le dio la espalda a Europa cuando adoptó la concepción vaticana de la Contrarreforma, con su estúpida política de Dios y gobierno de Cristo, por lo cual se hizo enemiga de todo el continente europeo y quedó paralizada en su gestión de Estado y de nación.-