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JARDINERÍA

El castaño de Indias doméstico

Un parasol natural de 15 metros de altura

El castaño de Indias (Aesculus hippocastanum) suele encontrarse en parques y jardines amplios, ya que necesita bastante espacio para desarrollarse. Sin embargo, es posible encajarlo en un jardín doméstico no muy grande siempre que no tenga que competir de cerca con otras especies de crecimiento más rápido, como el sauce o los álamos. Con todo, hay que dejarle espacio suficiente para que al cabo de los años pueda alcanzar la talla de los 12 o 15 metros, que es la correspondiente a los ejemplares sanos de su especie.También cabe la posibilidad Je emplear alguna especie del mismo género que tenga un desarrollo algo menor. Tal es el caso de Aesculus x carnea, que no suele superar los ocho metros y que tiene un aliciente añadido: las flores de color rojizo, en lugar de las blancas habituales del A. hippocastanum. En ambos casos, las flores aparecen en inflorescencias que destacan poderosamente sobre la copa del árbol y que se desarrollan a finales de abril; una vez pasada la floración, comienzan a aparecer los frutos, protegidos por una cubierta carnosa erizada de púas que al hacer y abrirse dejan al descubierto las llamadas castañas pilongas o locas, muy parecidas a sus homónimas comestibles; las del castaño de Indias poseen, sin embargo, unos principios amargos que impiden su consumo.

Los castaños de Indias no presentan dificultades en su cultivo. Se adaptan bien a cualquier tipo de suelo siempre que no tenga mucha cal o esté excesivamente encharcado. La exposición más favorable es a pleno sol o a media sombra, teniendo siempre en cuenta que un lugar excesivamente sombreado retrasaría el crecimiento y produciría una floración mucho más pobre. Lo mejor es proceder a la plantación en la época que va del otoño a la primavera, evitando las épocas de heladas fuertes; de esa forma se puede plantar a raíz desnuda, lo que abarata la plantación y permite recurrir a plantas de mayor tamaño. No obstante, suelen encontrarse plantas en container o maceta que pueden plantarse en cualquier época del año, con el inconveniente de ser más caras.

En cuanto a los cuidados posteriores, los riegos deben ser profundos y abundantes, pero no hace falta que sean muy frecuentes. Por lo que se refiere a las podas, este es un árbol que no suele necesitarlas. Sin embargo, si se prefiere limpiarlo de tanto en tanto, hay que tener en cuenta que esa limpieza debe limitarse a las ramas secas o que estorben; hay que dar un corte limpio y aplicar una pasta para heridas de poda con fungicida incorporado, ya que el castaño de Indias es propenso a contraer enfermedades precisamente a través de las heridas que sufre en la corteza.

AVISO PARA IMPACIENTES

Si el árbol se desarrolla bien y no presenta problemas, no hay que asustarse si no florece en los primeros años. Normalmente, los castaños de Indias pueden empezar a florecer de forma regular entre los 10 y los 15 años de edad. Y la espera merece la pena.

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