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SANIDAD

El vigilante y un policía impiden a los médicos reabrir la única clínica existente en Benidorm

Seis médicos, casi todos ellos copropietarios de la clínica privada Virgen de Fátima, la única que existe en Benidorm, intentaron, el viernes por la noche, reabrir este centro hospitalario, cerrado desde el pasado 31 de julio, tras presentar la empresa suspensión de pagos. La decisión de los médicos, no obstante, fue impedida por el conserje del centro y un policía, quienes dijeron recibir órdenes directas del presidente del consejo de administración del centro sanitario, el doctor Veiga.Con anterioridad a estos hechos, los médicos habían mantenido una reunión con otros accionistas de la clínica. Tras cinco horas de consultas, los reunidos comunicaron al juez su intención de dirigirse al centro para prestar sus servicios médicos habituales.

Según la agencia Efe, a última hora de la tarde del viernes llegaron a la puerta de la clínica los médicos dispuestos a reabrirla al público, cerrada desde el pasado 31 de julio por acuerdo del consejo de administración de la empresa, tras presentar un expediente de suspensión de pagos. Los médicos trataron de abrir la clínica con la llave que tenían de la puerta principal, pero el vigilante, Joaquín Martínez, les impidió la entrada. Entretanto, comenzo a concentrarse un buen número de personas en los alrededores de la clínica, así como representantes de la mesa de emergencia sanitaria que se ha constituido en Benidorm para negociar con el Insalud el mantenimiento de unos servicios sanitarios mínimos en esa localidad turística.

La mesa está formada por miembros de diversos partidos políticos, sindicatos y asociaciones ciudadanas. Tras serles impedida la entrada, los doctores requirieron la presencia de un notario para que levantara acta de lo allí sucedido. Se produjeron leves enfrentamientos entre el público y el vigilante, ante la atenta mirada de la policía. Los médicos portaban una pancarta con la leyenda Clínica abierta. Después del levantamiento del acta notarial, los médicos abandonaron el lugar.

La pasada semana representantes de los partidos políticos y del Insalud se reunieron con el gobernador civil de la provincia, y se llegó al acuerdo de dotar de suficiente personal al centro como para atender al elevado número de urgencias que se presentan diariamente, y que en ocasiones alcanzan la cifra de 50 pacientes.

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