Bolivia, el último reto democrático

Tras la toma de posesión del nuevo presidente boliviano Víctor Paz Estenssoro, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (derecha moderada), a Bolivia le esperan años amargos. Paz ha heredado un país moribundo, sumido en una galopante crisis económica incubada en el despilfarro y los desfalcos de las dictaduras militares de la década pasada. ( ... )Recibe un país en el que sus principales fuentes de ingreso, las explotaciones mineras y petrolíferas, están hechas cisco. Con una corrupción generalizada, Bolivia se desangra por el Este y por el Oeste: el estaño sale de contrabando hacia Perú mientras un río de gasolina subvencionada atraviesa las fronteras brasileña y paraguaya por el mismo procedimiento.

Por falta de inversiones en explotaciones petrolíferas, Bolivia puede verse en cualquier momento obligada a importar energía. Pero en la selva oriental y en el valle cochabambino quedarán, eso sí, imponentes monumentos a la extinguida riqueza: dos refinerías dignas de Arabia Saudí que el actual líder de la oposición beligerante, el ex general Hugo Bánzer, mandó construir, al mismo tiempo que se agotaban los pozos de la zona.

El 6 de agosto, día de la independencia nacional, mientras Víctor Paz tomaba posesión de la presidencia, el dólar, que hace cuatro años se cotizaba a 25 pesos, llegaba al millón cien mil en el mercado negro. En La Paz se especulaba con que posiblemente la primera medida del nuevo Gobierno será una devaluación sustancial de la moneda. ( ... )

En las recientes elecciones el voto popular fue una clara sanción a las izquierdas: a la gobernante por su ineficacia y a la opositora por su irresponsabilidad en el tratamiento de los problemas nacionales.

La gran frustración fue para los seguidores de Bánzer, que ( ... ) sólo consiguió superar a Paz con un escaso 2,15%. De acuerdo con una proporcionalidad inventada durante el banzerismo, con vistas a su propio beneficio, el ex dictador, con más votos que Paz, obtenía menos parlamentarios. ( ... )

Se considera, sin embargo, que esta fuerza política de 51 parlamentarios puede constituirse en un serio factor de desestabilización si según dice su líder, están decididos a llevar adelante una oposición beligerante.

Su actitud agresiva, unida a alguna proclama militar, hizo temer un golpe de Estado la semana pasada. El saliente ministro del Interior, Gustavo Sánchez, dijo ( ... ) que había "eliminado toda posibilidad de golpe de Estado por lo menos hasta fin de año". La confirmación, la semana pasada, de los altos cargos militares leales a la democracia puede favorecer la estabilidad. ( ... )

, 17 de agosto