Menese: un cante por peteneras para la historia
La Unión Gran noche de cante, sí, espléndida noche de cante en la jornada del viernes en el Festival de La Unión. La estructura de hierro y cristal del antiguo Mercado de la Unión se convirtió en catedral para el grito hermoso y terrible de un José Menese verdaderamente. grande. Cantó bien hasta por campiñas, que no es uno de sus palos fuertes. Pero su cante por peteneras quedará para la historia. Asencio Sáez, a quien Paco Vallecillo -homenajeado con la entrega solemne en esta sesión de la medalla conmemorativa de las bodas de plata- llama "notario mayor del festival", ya puede ir registrando la efemérides del quizá más tremendo cante por peteneras de que haya memoria. Y siguió por tientos, y siguió por soleares, y siguió por siguiriyas, y terminó por tonás, y todo fue una rara maravilla; ese extraño prodigio del encuentro de un gran cantaor con su mejor arte.Enrique Morente creo que se equivocó en el planteamiento de su recital. El público de aquí es muy conservador y quiere que la soleá suene a soleá y que las bulerías suenen a bulerías. Y sobre todo en los cantes de la tierra no admite desviaciones heterodoxas ni aun milimétricas. La taranta tiene que ser la clásica, la de siempre, la que hicieron esta misma noche Fosforito y Menese.
XXV Festival Nacional del Cante de las Minas
Gran noche flamenca.Cante: Enrique Morente, Aurora Vargas, José Menese y Fosforito. Toque: Paco Cortés, Manolo Franco y Manolo Santiago. La Unión (Murcia), 16 de agosto.
Melodía tersa
Morente aportó su melisma nuevo, su manera distinta de hacer los géneros, y hubo gente que no lo entendió y otros que lo entendieron pero que no lo aceptaron. La granaína de Chacón, por ejemplo ésa de "Rosa si no te cogí" es un prodigio de musicalidad una melodía tersa y limpia, sin fisuras, que Morente quebró broncamente, fraccionando los tercios ' descomponiendo la línea que acuñara el genio chaconiano.Hay que decir que Morente cantó muy bien, con su habitual riqueza de recursos y sus hermosas tonalidades de voz, y que pese a lo anteriormente dicho tuvo un triunfo grande.
Fosforito, sin llegar al nivel de excelencia de Puente Genil, dejó constancia una vez más de su magisterio, de su gran clase. Su soleá apolá es de una intensidad extraordinaria como sus cantes minerolevantinos. Muy hermosa también su versión de La malagueña de Chacón y los cantes de Juan Breva.
Formidable éxito de Aurora Vargas, que conecta con el público de maravilla y que en los estilos a compás tiene fuerza, tiene garra. Incluso hizo las bamberas de pastora profundizando con mucho sentimiento. Pero por tangos y por bulerías, que se adornan con unos bailecitos muy temperamentales, es una pantera.
Gran noche de guitarras también, sobre todo por parte de ese verdadero fenómeno que se llama Manolo Franco, en todo momento extraordinario.
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