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Patxi Gastaminza

Un joven vasco que coordina el esfuerzo sanitario en dos provincias de Bolivia de mayoría india

Audaz sin ser aventurero, idealista desencantado, pero no racionalista -"esa palabra está impregnada de resignación"-, Patxi Gastaminza es uno de esos españoles que trabajan en el desarrollo de las áreas más deprimidas de Latinoamérica. Lleva aquí varias semanas y no sé ha desprendido de los giros característicos del habla latinoamericana -"nos vemos en el día jueves y bebemos unos cafés"-, tampoco de su adicción al café, café solo, que sorbe a lingotazos, pero con deleite, entre largas chupadas a su cigarrillo.

Tiene 30 años, un trabajo sin seguridad social como'director administrativo de un proyecto de desarrollo sanitario para' dos provincias indias aimarás- de¡ altiplano boliviano, y aquí, en San' Sebastián, un puerto al que arriba ocasionalmente. Hace poco participó en Gijón en el Seminario de Dirigentes lávenes de¡ Cono Sur Latirioamericano, título larguísimo que se ajusta muy mal a la personalidad de Patxi Gastaminza. "Es que, dice, ni soy dirigente, ni soy joven, ni soy latinoamericano".En Gijón ha expuesto el proyecto que impulsa en Bolivia, y ha planteado la necesidad de que España dé una cobertura institucional a quienes, como él, trabajan por el desarrollo de Latinoamérica. "España debe abandonar la política de las palabras y pasar a los hechos; imagínese usted", indica, sin sombra de sarcasmo, "lo que les interesa el aniversario del descubrimiento de América a mis campesinos aimarás, que tienen una morbilidad infantil del 300 por 1.000. Somos los únicos europeos que trabajamos por nuestra cuenta, sin el apoyo institucional de nuestro país, y todavía hoy, decir español en Bolivia es sinónimo de cura".

Dice que no, que no tienevocación de misionero, que salió de San Sebastián hace cinco años en un momento personalmente delicado, había acabado Filosofía y Letras, rama Geografía e Historia, le descorazonaba la idea de dedicarse a dar clases y se sentía profundamente atraído por América del Sur. "Bolivia me atrapó definitivamente; tiene algo distinto, un ritmo de vida y un gran dinamismo político. Llegas allá y crees que la revolución tiene que ser forzosamente cosa.de un par de días; luego descubres la realidad, la falta de una conciencia de nación, el populismo de los proyectos políticos, el peso del caudillaje, la falta de coordinación entre los movimientos obreros y campesinos, en definitiva, el infantilismo y el sectarismo que divide a la izquierda en 50 partidos".

Promoción de la mujer

En Bolivia, Patxi Gastaminza es el responsable de la sanidad de esas dos provincias del altiplano. A caballo entre La Paz y Tiahuanaco, la ciudad milenaria preincaica de los aimarás enclavada junto al lago Titicaca, dirige la administración y coordina los puestos sanitarios distribuidos en la región, en la que se imparten cursillos de medicina preventiva y de promoción de la mujer. "Trabajar con las mujeres campesinas es mucho más interesante, porque, pese a que se encuentran relegadas a un papel social secundario, son ellas quienes en definitiva cargan con la educación de los hijos, con el gobierno de la casa y con la comercialización de los productos. Nosotros tratamos de interesarlas en las organizaciones sindicales agrarias, en las cooperativas del campo".En estos años, el joven donostiarra ha aprendido a no minusvalorar las propiedades curativas de las hierbas que componen la medicina tradicional de los aimarás. De ahí que hayan establecido relaciones de intercambio con los promotores de un proyecto en el que se utiliza exclusivamente medicina tradicional. "Nosotros les suministramos medicamentos para los casos más graves y ellos nos ofrecen su experiencia en el tratamiento con hierbas". Con todo, el balance no es precisamente espectacular. "Hay que aplicar proyectos integrales", afirma, convencido, "intervenir en el terreno agropecuario, enseñar otros cultivos, abordar la problemática en conjunto".

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