El Ejército del Aire elogia la información que recibe desde el ingreso en la OTAN

El Ejército del Aire español valora positivamente la presencia de nuestro país en la Alianza Atlántica cuando se cumplen tres años de la adhesión al Tratado del Atlántico Norte. La revista oficial de la Fuerza Aérea española, en el editorial del número del mes de agosto, resalta la calidad y cantidad de información recibida, tanto en sus vertientes estratégica y táctica como tecnológica, "que jamás hubiérarnos podido obtener fuera del marco de la Alianza Atlántica. Ello debe tener un efecto beneficioso que debe repercutir a muy corto plazo en la reorganización y potenciación de nuestra inteligencia aérea". La publicación agrega en su editorial que "nuestra asistencia a las reuniones de los distintos grupos e trabajo del Nato Air Force Armament Group (NAFAG) ha permitido que el Ejército del Aire haya tenido acceso a los planes de, investigación y desarrollo, tanto de aeronaves como de plataformas y vehículos aéreos, armamento y sensores de todo tipo, que nos han situado en un nivel de conocimiento de las nuevas tecnologías en paridad con las fuerzas aéreas más poderosas y modernas de Occidente".

La revista del Ejército del Aire señala que la asistencia a las conferencias sobre defensa aérea ha facilitado los estudios necesarios para que, llegado el momento, el dispositivo de defensa español pueda integrarse en la Nato Air Defence Ground Enviroment, así como en la fuerza aérea de alerta previa formada por los AWACS E-3A, Sentry y Nimrod MK-3.

El editorial agrega que la doctrina de la OTAN ha ejercido una influencia muy beneficiosa sobre la Fuerza Aérea española y que "la asistencia a las múltiples reuniones de trabajo y conferencias de la Alianza nos ha proporcionado una experiencia sobre las normas y procedimientos internacionales de discusión y estudio sobre temas de interés conjunto".

Cooperación e integración

Toda esta serie de actividades, según la revista de la Fuerza Aérea española, están creando una base más firme para una posible cooperación e integración del Ejército del Aire con las fuerza aéreas de la Alianza Atlántica, colaboración que se extendería a la cooperación logística, la unificación de las doctrinas tácticas, la normalización de procedimientos operativos y reglamentos, la coordinación de los sistemas de vigilancia aérea y telecomunicaciones, acuerdos sobre instrucción y entrenamiento e intercambios de información y datos de interés para los servicios de inteligencia.