Marruecos solicita la cooperación de España para mantener sus actuales intercambios con la CEE

El ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, se entrevistó ayer en Rabat con, el primer ministro marroquí, Karim Lamrani, y con el ministro para las Relaciones con las Comunidades Económicas Europeas, Azzedine Guessus. La conversación giró principalmente en torno a las repercusiones para Marruecos del ingreso de España en la CEE. Los marroquíes dijeron a Fernández Ordóñez que Marruecos, que se encuentra actualmente empeñado en un plan de austeridad -en una situación económica difícil-, ve con aprensión las repercusiones que el ingreso de España podría tener sobre sus exportaciones agrícolas a la Comunidad y solicita la cooperación española para poder mantener sus actuales niveles de intercambios con algunos países de la Comunidad Económica Europea.

Como resultado de esa conversación llegaron a el acuerdo de que el ministro Guessus viaje a España dentro de dos meses para discutir en detalle las demandas marroquíes. Marruecos ha suscitado igualmente el asunto de la financiación española de algunos proyectos marroquíes, como el ferrocarril Taourirt-Beniansar (180.000 millones de dólares incluida la obra civil que también la financia España).El primer ministro Lamrani dijo igualmente que España y Marruecos deberían cooperar más aún en otros proyectos y explicó que Marruecos, que es un gran productor de fosfatos, y España, de pirita, podrían emprender un proyecto industrial conjunto ya que, según ellos, de los fósfatos y la pirita resulta un abono de excelente calidad.

El puesto de ministro de Relaciones con las Comunidades Europeas, como es el del ministro Guessus que ha participado en estas conversaciones y que viajará a España, fue creado por primera vez con el nuevo Gobierno que nombró el rey Hassan II en marzo de este año, precisamente a raíz de la firma del acuerdo de principio para el ingreso de España en la CEE. El rey Hassan II le recibirá después del mediodía de hoy, mientras que por la mañana conversará con su homólogo marroquí, Abdelatif Filali, y con el ministro de Finanzas, Abdelatif Jouahri, aunque esta segunda conversación no estaba originalmente prevista.

Fernández Ordóñez manifestó ayer que pedirá a Hassan II que ratifique el convenio cultural suscrito por los dos países a finales de 1980. En la entrevista se tratará, casi con toda seguridad, del anunciado primer viaje oficial a España del monarca marroquí.

El ministro español de Asuntos Exteriores, llegó a Marruecos el domingo para poder mantener un mano a mano con el embajador de España en Rabat, Raimundo Basols, y ponerse al corriente del detalle de los expedientes. En la jornada de ayer Fernández Ordóñez y Filali tuvieron un primer encuentro enteramente consagrado a la reciente cumbre árabe extraordinaria de Casablanca, por la que el ministro español se mostró muy interesado.

Pero las conversaciones bilaterales propiamente dichas con su homólogo marroquí quedaron pospuestas para hoy, porque Filali tenía que acompañar al rey Hassan II en la audiencia que éste concedió ayer al subsecretario de Estado norteamericano, Jhon Whitherd, también de visita en Marruecos desde el domingo.

Al mencionar ayer los asuntos que deseaba tratar, el ministro español insistió en la necesidad de la ratificación por Marruecos del convenio cultural suscrito entre los dos países a finales de 1980 y que está pendiente de la imposición en él de los sellos reales que testifiquen su ratificación por el reino de Marruecos.

El ministro español calificó la ratificación de este acuerdo con Marruecos de "sustento necesario para la dinamización de la actividad comercial" que solicitan los marroquíes.

Por la noche Filali había invitado a Ordóñez a una cena en la que debían estar presentes además de la delegación española, todos los ministros y altas personalidades marroquíes que intervienen en estas conversaciones hispano-marroquíes.

Visita a España

El acto más relevante de la estancia de Ordóñez en Marruecos, como ya ha ocurrido en otras visitas de ministros o dirigentes españoles, es el encuentro con el rey Hassan II, tanto por el papel preponderante que el monarca juega en la vida política marroquí, como por el hecho de que en estas entrevistas el Rey suele rebajar -o excepcionalmente aumentar- las exigencias de sus colaboradores para monopolizar así el activo de los éxitos de una visita. Es muy probable que el monarca aborde con Ordóñez su proyectada primera visita oficial a España, de la que se vuelve a hablar desde hace un mes, aunque no parece que vaya a realizarse tan urgentemente.

De lo que no cabe duda es que Marruecos es, prácticamente desde hace un año, objeto de una mayor atención española, y que la presencia global de España en el país vecino, incluida la de los órganos de intefigencia españoles, ha sido reforzada considerablemente.

La unión libio-marroquí, la evolución del mundo árabe hacia el conflicto de éste con Israel más favorable y menos exigente -que amortiguaría sin duda el efecto del establecimiento de relaciones entre España e Israel-, la situación nueva de mayor desconfianza y alejamiento que se crea entre las ciudades de Ceuta y Melilla y su entorno marroquí , y la evolución objetiva de la política exterior marroquí hacia posiciones más equidistantes de los dos grandes bloques, temporal o no, justifican esa mayor preocupación española por Marruecos.