Defensa prepara nuevas medidas para la protección de altos cargos

El ministro de Defensa, Narcís Serra, insinuó ayer en Deià (Manorea), donde pasa sus vacaciones estivales, que su departamento está preparando nuevas medidas de protección a altos cargos militares después del asesinato en Madrid por parte de ETA Militar de¡ vicealmirante Fausto Escrigas, perpetrado el pasado 29 de julio. Serra confirmó que había solicitado una audiencia al Rey, como ya adelantó ayer EL PAIS, y reconoció que había cenado el pasado martes con el presidente del Gobierno en el chalé que Felipe González ocupa en Andraitx.

Narcís Serra no quiso aclarar en qué consisten las nuevas medidas de protección que constantemente son adoptadas por su departamento, aunque precisó que "hay un mecanismo que estudia cada caso. Se propondrán medidas nuevas de seguridad, pero la mecánica de estos sistemas y dispositivos no puede hacerse pública, por razones obvias".Narcís Serra afirmó que Defensa seguirá diseñando y dirigiendo dispositivos de seguridad a altos cargos militares, a pesar de que la mayoría de los hombres que realizan estas tareas pertenecen al Ministerio del Interior.

Tras el asesinato del vicealmirante Fausto Escrigas, responsables del Ministerio del Interior criticaron seriamente que Defensa diseñara estos dispositivos de protección cuando es Interior el departamento que recibe la información de posibles atentados y existen grupos de la policía largamente especializados en la custodia y protección de personalidades. El vicealmirante Escrigas no llevaba escolta de ningún tipo en sus desplazamientos y se desconoce si era uno de los cargos militares alertado por un posible atentado.

Audiencia con el Rey

Sobre la audiencia que Serra ha solicitado al Rey, el titular de Defensa no quiso comentar los temas de los que va a informar a don Juan Carlos en el palacio de' Marivent, "porque nunca digo lo que trato con el Rey. Le tengo preparado un resumen de la información propia que un ministro de Defensa debe facilitarle y las previsiones de ascensos, así como algunos problemas discutidos ya con el presidente del Gobierno".Fuentes de la casa real adelantaron a este periódico que la entrevista se centrará en el atentado terrorista contra el vicealmirante Fausto Escrigas, la preocupación por la seguridad de los otros cargos militares, el desarrollo de los proyectos de modernización del Ejército y la formación militar del príncipe Felipe, que ingresará el próximo día 2 de septiembre en la Academia Militar de Zaragoza.

Serra no quiso opinar sobre la campaña gubernamental de integración de España en la OTAN, puesto que, según señaló, está de "vacaciones de verdad", y reconoció que cenó el pasado martes con Felipe González en el chalé en el que el presidente pasa unos días de descanso en Mallorca.

El ministro de Defensa dijo que no charlaron en ningún momento de cuestiones políticas o temas de Gobierno, algo poco probable, y aclaró que conversaron exclusivamente sobre pesca. Serra dice que el presidente del Gobierno "es un gran aficionado a la pesca", pero cuando a él se le pregunta si le gusta este deporte, el responsable de Defensa responde que en cuestiones de pesca es "más pez que pescador".

Serra se mostró favorable al pacto que Felipe González propuso en su día para que los medios de comunicación no resaltaran excesivamente los actos terroristas dando así publicidad a estas organizaciones que justamente buscan ese objetivo. Serra afirmó que "el pacto es posible porque es una forma de defensa de la sociedad, lo que ocurre es que es muy difícil de instrumentalizar" y agregó que "es difíil mantenerlo de forma duradera; pero creo que hay que ser realista, e intentarlo a pesar de las dificultades".

El responsable de Defensa dice que es de los que piensan que las vacaciones hay que tomárselas en serio, y precisa que siempre elige la localidad mallorquina de Dèia para sus días de descanso estival porque el paisaje es único. "Hay un elemento" agrega, "que me gusta de esta costa y es que el sol se pone por el mar. No hay playas de arena, con lo cual no hay una concentración de turistas. Y la gente de Dèia es agradable y puedes pasar desapercibido sin sentirte en constante observación".

Serra afirma que sólo un mes al año es "romántico": mientras descansa en Déia, donde consume el tiempo escuchando música clásica, leyendo, jugando al tenis y en el mar. Serra se ha llevado al pueblo mallorquín más de dos docenas de libros que va "picoteando".