Discriminación y malos tratos a mujeres
Cuarenta mujeres españolas y más de 10.000 de todo el mundo hemos asistido al Foro no gubernamental de Evaluación del Decenio para la Mujer organizado por las Naciones Unidas.Como representante de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, asistí a los diversos workshops (12) en los que se denunció la violencia en contra de la mujer por su pareja.
Conclusión final de nuestro trabajo: es un problema universal, común a todos los países, desarrollados o no; afecta a todas las clases sociales y estamentos culturales y económicos; la mujer está desamparada -aun en los países que se dicen democráticos- frente a estos graves atropellos a sus detechos fundamentales. Una recomendación para que las mujeres saquen a la calle el problema, denuncien el silencio oficial y el secreto en que se pretende mantenerlo aun cuando afecta a la sociedad en general (ver Forum de los días 12, 18 y 19).
Regresamos a España y, en Atenas... ¡Oh ilusión!... Nos encontramos con EL PAÍS. Pedimos la vez para leerlo. Pero nuestro placer, desgraciadamente, duró muy poco. Justo hasta la página 18. Allí revivimos nuestra impotencia y la esterilidad de nuestra lucha:
"Un hombre", sin nombre, sólo sus iniciales, "agredió y causó lesiones a su esposa embarazada de cinco meses". De ella, ni siquiera las iniciales. "La agredía desde hacía varios años; la rompió el brazo; la atacó con una navaja; presentaba contusiones en el abdomen". "En la comisaría intentó repetidamente golpearla de nuevo. Varios policías tuvieron que emplear la fuerza para impedirlo".
Casi no lo creo. En la página anterior sí se dan todos los antecedentes del doctor Lorenzo Roberts, del hospital Clínico de Barcelona, acusado ante el Juzgado de Instrucción número 20 de esa ciudad por Teresa Faltres de ser culpable de la pérdida de su pie izquierdo, por "negligencia o imprudencía profesional".
¿Qué criterios aplica ése periódico para dar tantos antecedentes en un caso por simple negligencia o imprudencia y mantener en secreto, en otros, el nombre de los presuntos delincuentes cuando las víctimas son las esposas? ¿No es suficiente que hasta frente a la policía haya intentado, repetidamente, agredir a la mujer embarazada que presentaba "contusiones en el abdomen"?
¿No ha pensado el periodista que entrega la información, cuyo nombre tampoco se da, que, a lo mejor, muchas personas -entre las que deberían encontrarse aquellas que tanto defienden el derecho a la vida del nasciturus- podrían intentar la acción pública para la defensa de esa mujer, tan desamparada por tantos años?
En cumplimiento de los acuerdos adoptados, le hago llegar nuestra preocupación por esta información incompleta que aparece en EL PÁIS de 20 de julio de 1985 y que nos impide apoyar la defensa de esas personas que viven al margen de los beneficios de la democracia, hacer seguimiento del caso y enterarnos si se cumple,con las leyes respecto de ellas.- Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres.
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