Reagan amenaza con vetar el presupuesto aprobado por el Congreso

El Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos rompieron finalmente el jueves un estancamiento de siete semanas sobre el presupuesto federal para el año fiscal 1986. El proyecto aprobado, para el período que comienza el próximo 1 de octubre, prevé gastos de 967.600 millones de dólares (unos 160 billones de pesetas), con una reducción máxima de 57.000 millones de dólares en el déficit gubernamental. Aunque Ronald Reagan expresó "un cierto grado de satisfacción" por el acuerdo logrado pocas horas antes de que el Congreso comenzara su vacación de verano, la Casa Blanca indicó que el presidente "no vacilará en recurrir al veto si las reducciones acordadas en principio se modifican posteriormente", cuando el Congreso apruebe las leyes de asignaciones presupuestarias a los distintos programas.El déficit previsto es de 171.900 millones. La medida también prevé reducciones de 276.200 millones de dólares a lo largo de los próximos tres años fiscales (la meta original de la Administración Reagan y de algunos líderes legislativos era la de disminuir en 300.000 millones de dólares los números rojos entre 1986 y 1988).

Las disminuciones reducen el déficit a un 4,1 % del Producto Nacional Bruto en 1986, dijo el portavoz presidencial, Larry Speakes, que cifró en un 2,3% del PNB el monto del déficit proyectado para el año fiscal de 1988.

Dirigentes legislativos que presionaron por la adopción del compromiso, como el líder de la mayoría republicana en el Senado, Robert Dole, indicaron que la resolución "es simplemente mejor que no tener nada". Dole advirtió que la proyectada reducción de 57.000 millones de dólares en el déficit para 1986 puede ser, en realidad, de sólo 40.000 millones.

Concesiones de la Casa Blanca

Mientras los legisladores tuvieron que ceder a la negativa de Reagan de aceptar cualquier tipo de incrementos tributarios para contribuir a la reducción de los déficit, la Casa Blanca hubo de aceptar recortes superiores a los que deseaba en los gastos de la Defensa. Los demócratas se doblegaron también en ese aspecto, ya que retiraron su demanda de congelar los gastos del Pentágono para aceptar un monto de 302.500 millones de dólares en 1986. (que ajusta la inversión en Defensa al esperado crecimiento en la tasa inflacionaria) y alzas de un 3% en los dos años siguientes.Según la resolución, el Pentágono absorberá la mitad de las reducciones previstas en los próximos tres años fiscales (137.000 millones de dólares), con unos 93.000 millones de recortes en otros programas gubernamentales y unos 30.000 más provenientes de la disminución en el pago de los intereses de la deuda.

El equilibrio entre los recortes de la Defensa y los otros programas es contrario a los deseos de la Casa Blanca, que aceptó las presiones demócratas para incrementar los aumentos para Seguridad Social, a cambio de reducciones en programas de ayuda médica, en subsidios a la agricultura y de la congelación de los sueldos de empleados públicos.