Una herencia sindical de 44.000 millones de pesetas

La batalla por recuperar el patrimonio sindical, tanto el acumulado como el histórico, comenzó prácticamente desde la legalización de los sindicatos de clase. Paralelamente al Acuerdo Nacional sobre Empleo (ANE), suscrito en junio de 1981 entre el Gobierno, la CEOE, UGT y CC OO, los dos sindicatos citados y Juan Antonio García Díez, como ministro de Economía, y Jesús Sancho Rof, como titular de Trabajo, firman un documento en el que por primera vez se reconoce por escrito la devolución de los bienes del antiguo vertical.Desde entonces las negociaciones se han ido desarrollando con más pena que gloria. La Administración ha ido entregando para uso de las organizaciones obreras y empresariales locales del patrimonio del antiguo sindicato vertical, a la espera de que se regulara su devolución. En el Acuerdo Económico y Social (AES), firmado en octubre de 1984 entre el Gobierno, la CEOE y UGT, vuelve a plantearse el tema. Y el Gobierno se compromete a elaborar, con el consenso de los firmantes del AES, la ley de devolución del patrimonio.

Los inmuebles herencia del antiguo sindicato vertical están valorados en unos 44.000 millones de pesetas. Pero, según la propia Administración, "se trata de una valoración de saldo". De acuerdo con el inventario del Ministerio de Trabajo, el patrimonio sindical consta, sólo en lo que se refiere a inmuebles, de 1.168 locales, ocupados casi en su totalidad. La propia Administración es la que más se ha beneficiado hasta ahora del reparto. UGT tiene en uso cerca de 250 locales, algunos procedentes del patrimonio que le fue incautado en la guerra civil. CC OO disfruta de unos 120 inmuebles, y la patronal tiene algo más de una docena de locales, aunque en metros ocupados esté muy cerca de las centrales. USO, ELA e INTG tienen en uso otros.

Si la valoración del patrimonio acumulado crea dificultades, no son nada comparadas con las que se producen con el patrimonio histórico. UGT calcula en 7.000 millones lo que valdrían en pesetas actuales los bienes que le fueron incautados. Y la CNT, en 3.000 millones. Trabajo rebaja considerablemente estas cifras.

Por otra parte, Trabajo está intentando averiguar el destino del patrimonio financiero, de difícil cuantificación y del que sólo se han recuperado dos o tres millones de pesetas.