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Rafael Vera afirma que la única oferta de negociación que el Gobierno ha hecho a ETA se produjo en agosto de 1984

El subsecretario de Interior, Rafael Vera, declaró ayer a EL PAÍS que no existe en la actualidad un ofrecimiento de diálogo a ETA Militar y que la única oferta de negociación por parte del Gobierno se produjo en el mes de agosto de 1984, tal como se informó en aquella ocasión. De esta forma, Rafael Vera desmiente informaciones llegadas a este periódico por las que el Gobierno había hecho llegar a la organización terrorista una oferta de negociación "amplia y generosa", que incluye la excarcelación, en última instancia, de los presos etarras. El ofrecimiento habría sido transmitido, en el mes de mayo, a Domingo Iturbe Abásolo, Txomin, considerado el número uno de ETA Militar. Euskadiko Ezkerra tendría una función mediadora entre el Gobierno y ETA Militar, cuestión que no ha sido confirmada ni desmentida por el diputado de dicho partido Juan María Bandrés.

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Una larga serie de intentos frustrados

La falta de respuesta por parte de ETA a esa nueva oferta, dos meses después de la propuesta y el hecho de que los terroristas mantengan su campaña de atentados, hacen pensar al Gobierno que ETAm ha rechazado la invitación al diálogo, según las fuentes consultadas.El papel de intermediario habría sido desempeñado por miembros de la ejecutiva de Euskadiko Ezkerra, que conectaron directamente con ETA Militar para evitar que, como ha debido de ocurrir en alguna ocasión anterior, Herri Batasuna interfiriera en los contactos y torpedeara la posible negociación exigiendo un protagonismo que el Gobierno considera inadmisible.

La noticia que adjudica a Euskadiko Ezkerra la función mediadora no ha sido confirmada pero tampoco desmentida por el diputado de este partido Juan María Bandrés.

En declaraciones a este periódico, Bandrés se limitó a indicar textualmente: "Ni confirmo ni desmiento la noticia; lo único que puedo decir, repitiendo lo que siempre he dicho, es que reconozco la inteligencia política de cualquier Gobierno que se plantee la negociación para resolver el problema de la violencia en Euskadi".

Sin embargo, Rafael Vera, subsecretario de Interior, desmintió ayer que existiese actualmente un ofrecimiento de diálgo a ETAm. Vera señaló que "la única oferta de negociación del Gobierno a ETA Militar fue realizada en agosto del año pasado". "Exceptuando en esa oca sión, no ha habido ofertas de ne gociación", añadió.

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Otros dirigentes de EE, entre ellos Kepa Aulestia, sustituto de Mario Onaindía en el puesto de secretario general de este partido, han negado conocer siquiera la existencia de la oferta de negociación que, según los referidos informantes, ellos mismos o una persona delegada por el partido transmitieron a ETA Militar. Las fuentes que sustentan esta información indican que hace sólo unos días la ejecutiva de EE extrajo la conclusión de que la actual campaña de HB contra varios dirigentes políticos -entre ellos Bandrés- a los que acusa de instigar a los GAL -campaña que ha dado lugar a la réplica de EE y a una guerra de carteles en el País Vasco- es la prueba de que la dirección de la coalición radical está al tanto de la oferta de negociación y trata de abortarla, desacreditando al intermediario con todos los recursos a su alcance.

Oportunidad del momento

Ante el aparente pero no explícito rechazo de ETA Militar, el Gobierno habría pasado a cuestionarse la oportunidad del momento en que se llevó a cabo el intento de negociación, una iniciativa conocida también en las altas esferas del Partido Nacionalista Vasco. La oferta, según las mismas fuentes, fue decidida en un período de relativa inactividad de ETA Militar, pero, como se ha comprobado más tarde, cuando los etarras tenían dispuesta su campaña de bombas contra objetivos turísticos en la costa del Mediterráneo y su ofensiva de atentados mortales. Este hecho fundamenta las interpretaciones según las cuales el núcleo más duro de la dirección de ETA Militar habría decidido pasar por alto la oferta de negociación y forzar sus ataques -desarrollando una campaña preparada de antemano- con el argumento de negociar en el futuro en condiciones más ventajosas.

La propuesta de mayo se atenía estrictamente, según las mismas fuentes, a la fórmula de la "doble negociación" aprobada por el Parlamento de la Comunidad autónoma vasca e incluida en el pacto de legislatura firmado por el presidente del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, y el grupo Socialistas Vascos (PSE-PSOE) de la Cámara autonómica. Esta fórmula propone en la primera de sus fases que ETA Militar y el Ministerio del Interior aborden conjuntamente todo lo relativo al fin de la violencia, a la entrega de las armas, a la excarcelación de los etarras presos y a la legalización de las situaciones del resto activistas de ETA Militar.

En una segunda fase, que podría desarrollarse simultáneamente a la anterior, la totalidad de las fuerzas políticas vascas, incluida Herri Batasuna, establecerían, como legítimos representantes del pueblo vasco, las bases de un sólido consenso político, asumiendo inicialmente todo tipo de planteamientos políticos, y entre ellos el de la alternativa KAS (que incluye el derecho de autodeterminación) que defienden en la actualidad, tanto ETA Militar como Herri Batasuna.

El Gobierno, se asegura, descarta ahora decididamente una negociación directa con los terroristas, convencido del fracaso de una negociación desarrollada en esas circunstancias, y considera insustituible la figura de un auténtico intermediario.

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