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Carlota Bustelo pide que se cambie el modelo de sociedad masculino para acabar con la injusticia

"Las mujeres, con nuestras reivindicaciones, debemos poner en cuestión el modelo de sociedad masculino, profundamente injusto, que existe en todos y cada uno de los países del mundo, modelo que tiene que ser sustituido por otro completamente distinto, si queremos que todas las opresiones, discriminaciones e injusticias, y no sólo las que padecemos las mujeres, desaparezcan", dijo ayer Carlota Bustelo, directora general del Instituto de la Mujer y presidenta de la delegación española en la conferencia de Nairobi, ante la asamblea plenaria de la misma.

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Carlota Bustelo pidió que todas las delegaciones presentes contribuyan a aprobar el documento de estrategias sobre la mujer ante el año 2000, muchos de cuyos puntos están siendo conflictivos al ser discutidos en las comisiones, "aunque todas tengamos que ceder en algo", para demostrar "que somos capaces de tener nuestros propios puntos de vista como mujeres y para que seamos nosotras las que consigamos, con la seguridad que nos debe dar nuestra solidaridad, imponerlos en nuestros países en todos los ámbitos, incluido el gubernamental". La directora del Instituto de la Mujer añadió su creencia en la necesidad de convencer "a nuestros compañeros para que acepten nuestras ideas y tengan en cuenta nuestros intereses específicos, que no son otros que los de la auténtica igualdad, la distribución justa de la riqueza y la pazLa jefa de la delegación española comenzó diciendo que "en ningún país del mundo las mujeres han alcanzado realmente la igualdad de oportunidades", dado que "la feminización de la pobreza es un hecho, tanto en los países desarrollados como en aquéllos en vías de desarrollo, debido, entre otras razones, al elevado número de madres que no comparten con nadie la responsabilidad del mantenimiento y educación de sus hijos". Tras exponer que dos de cada tres analfabetos del mundo son mujeres, pasó revista a la evolución de la situación de la mujer en España a lo largo de esta década.

Para Carlota Bustelo el hecho de que el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer haya coincidido en España con la transición democrática es relevante, tanto por la aprobación de la Constitución y los cambios jurídicos derivados de ésta como porque, a su juicio, "ha supuesto una transformación en las actitudes básicas con que los españoles y las españolas se enfrentan a la vida". A este respecto señaló que en 1978, fecha de aprobación de la Carta Magna, se despenalizó la venta, propaganda y difusión de los anticonceptivos y los delitos contra la honra de las mujeres pasaron a considerarse delitos contra la libertad de las personas. También subrayó que, a partir de 1983, se considera delictiva la conducta del funcionario público que deniegue una prestación en razón, entre otras causas, de discriminación por motivo del sexo, e hizo un balance de los cambios producidos para la mujer española en relación con el derecho civil, tanto en el ámbito de la patria potestad sobre los hijos o la administración de los bienes del matrimonio como por lo que se refiere a la legalización del divorcio en 1981.

Mayor nivel de educación

La presidente de la delegación española dijo que, en nuestro país, las mujeres que más se han incorporado al cambio son las más jóvenes. Son chicas el 53% de los estudiantes de bachillerato y el 47% de los universitarios y la población activa femenina cuenta con un nivel de educación ligeramente superior al de la masculina, si bien los porcentajes de mujeres en formación profesional y escuelas técnicas son más reducidos.De todos los trabajadores activos, las mujeres representan en España el 30,1%; de todos los trabajadores en paro, el 34,7% y de todos los trabajadores ocupados, el 28,8%. Las mujeres españolas que trabajan se reparten de la siguiente manera: en el sector agrario lo hace el 16,3%; en la industria, el 17%. y en los servicios, el 66,3%.

Como consecuencia de la incorporación de las más jóvenes a la actividad extradoméstica, la tasa de natalidad ha descendido de forma vertiginosa: en 1974 el número medio de hijos por mujer era de 2.88, mientras que en 1984 era sólo de 1.70. Las mujeres con mayor nivel de educación son las que en mayor proporción trabajan fuera de casa y las que tienen menos hijos, según el informe de la directora general del Instituto de la Mujer, que añadió que en España quedan reformas legales pendientes tanto en el campo jurídico administrativo como en el ámbito jurídico laboral.

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