La asistencia psiquiátrica en España

Ruego la publicación de las siguientes reflexiones como madre de un enfermo mental diagnosticado de psicosis.1. Su editorial del día 29 de junio me parece plausible, de una exposición dramática y real de cómo está la asistencia psiquiátrica en España.

2. Prueba de esta filosofía social confusa es que a efectos militares es excluido total por estar diagnosticado por un tribunal militar, mientras que a efectos de cobrar algún tipo de ayuda me la deniegan, pues dicen que es apto para el trabajo. Mientras que existen centros de régimen de internado para mínusválidos fisicos, ¿por qué no para psíquicos, cuando ambos necesitan asistencia continua en sus necesidades elementales de la vida diaria? ¿Por qué nadie protesta porque estén privados de libertad los primeros? Si esto no es confuso, señor Francisco Muñoz de Escalona, ¿dónde está la claridad?

3. ¿Para cuándo en España la creación de centros de modificación de conducta?

4. Prefiero que mi hijo esté falto de libertad y que no le falte el tratamiento, comida, terapia ocupacional, televisión, compañeros, pues en casa no quiere tomar tratamiento, rompe la televisión y la ropa...

5. Porque se abusara del internamiento en otras épocas o porque en otros países se interne a disidentes políticos no justifica el que no se interne a estos enfermos.

6. únicamente la familia es quien vive lo que es un enfermo mental. Las demás personas que no viven esta situación deberían abstenerse de emitir juicios al respecto; así, por ejemplo, un "trastorno de la afectividad" para una persona ajena es simplemente un síntoma, mientras que la familia lo padece consistente en recibir un beso de tu hijo y a los cinco minutos un golpe.

7. El hecho acaecido de Alcalá de Henares debería ser el detonante para que dimitiera el ministro de Sanidad y cayera todo el sistema psiquiátrico y se instaurara otro más humano, menos libertario para el propio enfermo, menos punitivo para la familia.

8. ¿Por qué se da de alta a estos enfermos y se les quiere reinsertar socialmente en un mismo ambiente patológico familiar que muchas veces es el causante o favorecedor de la enfermedad? ¿Por qué no la creación de chalés-granjas-residencias que no sean manicomios-cárceles, donde vivan enfermos en libertad pero vigilados? ¿Por qué algunos partidarios de la reinserción social cuando tienen algún familiar de este tipo en vez de reinsertarlo en la familia lo ingresan en centros de pago?

9. El que se interne a estos enfermos no corresponde al símil que dice el señor Francisco Muñoz de Escalona de atacar "los síntomas en vez de la causa", sino el de proporcionar a estos enfermos mentales unos cuidados especiales en un medio adecuado. Ojalá se supiera la causa de las enfermedades mentales.

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Éstas y muchas más reflexiones sobre la situación caótica de la psiquiatría, sobre el concepto de enfermedad mental, sonre la culpabilidad que nos crean a la familia los responsables de esta nueva política psiquiátrica, etcétera, darían pie para -desde el punto de vista de un familiar- aclarar muchos prejuicios, pues el actual sistema no protege ni al enfermo mental ni a la familia; lo prueban los hechos de Alcalá de Hanares- Trinidad Molina.