Las elecciones en México
El sistema electoral de México, como se ha demostrado la semana pasada, es una anomalía antidemocrática. Los ciudadanos pueden votar por los partidos de su elección, pero sólo uno de ellos, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), puede ganar las elecciones. Esto sitúa a México en la poca confortable compañía de Chile, Haití, Paraguay, Cuba y Nicaragua, otros Gobiernos latinoamericanos que no permiten una oposición significativa. Es una extraña y rara compañía para una sociedad que desde hace mucho tiempo está unida con la causa de la democracia de América Latina.Por qué causa los mexicanos continúan con esta anomalía es algo así como un enigma. Han entregado sin condiciones su vida política a la máquina electoral del PRI. Durante 56 años le han permitido elegir todos los presidentes, cada gobernador de los Estados, la mayoría de los alcaldes y la mayoría aplastante de los miembros del Congreso Nacional.
El partido suele jactarse, con alguna justicia, de que se le paga esta confianza porque ha sabido sustituir por libertad, estabilidad y desarrollo económico el trastorno prerrevolucionario y la decadencia. ( ... ) El México moderno es una sociedad urbana, industrial y compleja que no debería sufrir el monopolio político. Los resultados no oficiales de la semana última del acto electoral sugieren un deseo de cambio. Pero también sugieren que ese deseo continuará frustrándose.
El Partido de Acción Nacional pensó que podría ocupar uno o dos Gobiernos civiles en el norte de México. Para vencer ese desarío, el PRI usó todas sus armas, desde la abierta ostentación de la protección oficial hasta el fraude. Informes se acumulan sobre la ausencia de interventores electorales en las mesas, listas sospechosas de votantes, desaparición de urnas. ( ... ) Pese a todo ello, el Partido de Acción Nacional ha conseguido un número sin precedentes de escaños en el Congreso Nacional. La composición del PRI une teóricamente la representación indirecta de trabajadores, campesinos y otros grupos de población. Pero se ha convertido en su mayoría en una burocracia permanente que gobierna mediante la protección oficial y está corrompida hasta en la cima del poder.
15 de julio
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