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El asalto al piso de Lezo donde estaba secuestrado Ángel Carasusan duró siete segundos

La liberación del propietario de fincas Angel Carasusan por efectivos especiales de la Guardia Civil puso fin, en la madrugada de ayer, lunes, a la angustia que la familia ha vivido desde el pasado día 10, en la localidad guipuzcoana de Azpeitia. Siete segundos de asalto a un piso de Lezo (Guipúzcoa), a las 4.15, fueron suficientes para liberar al secuestrado, de 65 años de edad, y detener a tres miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CAA). El cuarto activista fue localizado, media hora después, en un caserío de la vecina localidad de Rentería.

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Las fuerzas de seguridad del Estado, que han detenido a cuatro miembros del comando responsable del cautiverio de Ángel Carasusan, daban por concluida la operación, según reconoció ayer el subsecretario del Ministerio del Interior, Rafael Vera, quien, en compañía del director de la Guardia Civil, teniente general José Antonio Sáenz de Santa María, se entrevistó con Ángel Carasusan en su domicilio familiar. Los detenidos en el momento de la liberación del secuestrado son Manuel González Hernández, de 31 años de edad, trabajador portuario; su esposa, María Victoria Arrizubieta Oscoz, de 26 años de edad, y Santiago Arruabarena, soltero, albañil de profesión. Agustín Aizcorreta, estibador, natural de Rentería, fue detenido en su domicilio Estos dos últimos vivían en el caserio Alaberga, de Rentería, donde fue detenido Aizcorreta por la Guardia Civil media hora después de que se hubiera producido la liberación de Ángel Carasusan.Descerrajaron la puerta

Efectivos de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil penetraron, a las 4.15 horas de ayer, lunes, en el piso 2ºC del número 6 de la calle Gorbea, de la localidad guipuzcoana de Lezo, en donde al cabo de siete segundos lograron detener a los componentes del comando. Tras descerrajar la puerta con un golpe seco, la Guardia Civil, que sorprendió a los tres miembros del comando profundamente dormidos, localizó a Ángel Carasusan. Éste, visiblemente emocionado, agradeció efusivamente a sus liberadores la rápida actuación.

Inmediatamente después de que los funcionarios capturaran al matrimonio integrado por Manuel González y María Victoria Arrízubieta -que se encontraban en un dormitorio- y a Santiago Arruabarena, que estaba dormido junto a la puerta de la habitación donde permanecía el secuestrado, solicitaron un teléfono a uno de los vecinos, que permanecía alerta detrás de la puerta de su domicilio al oír ruidos. Cuando un número de la Guardia Civil le dijo al secuestrado que revelara su identidad al mencionado vecino, Carasusan, con lágrimas en los ojos, repetía constantemente: "Soy Ángel, soy Ángel".

La operación policial finalizó alrededor de las siete de la mañana, después de que la Guardia Civil hubiera detenido al cuarto componente del comando, que se encontraba en el caserío Alaberga, de Rentería, y de que Ángel Carasusan abrazara a su familia, que, tras haber mantenido una breve conversación telefónica con él, salió al portal de su casa a recibirle.

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Ángel Carasusan, que probablemente comparecerá hoy ante los medios informativos, se encuentra en buen estado de salud y de ánimo, según han reconocido el primer médico que le ha examinado, así como sus propios familiares, que se limitaron a responder ayer que el recién liberado se encontraba descansando junto a los suyos. El propietario de fincas ha permanecido durante su cautiverio en una habitación recubierta de material aislante, colocado de forma artesanal, con una mesa plegable, unas sillas y un colchón en el suelo como únicos muebles.

En el piso, propiedad de dos de los miembros del comando Manuel González y su esposa María Victoria, se encontraron dos kilos de Goma 2, detonadores, cepos pirotécnicos y eléctricos, tres pistolas, sopletes y material de herramientas para fabricar artefactos explosivos, un equipo de buzo, una nevera portátil, así como una tienda de campaña, medicinas y ropa.

La localización del comando guarda relación, según aseguraba ayer el Gobierno Civil de Guipúzcoa, con los hechos acaecidos el pasado 12 de agosto de 1984, en los que una pareja de jóvenes que portaban sendas bolsas de plástico pretendían colocar artefactos explosivos en un concesionario de Citroén en la localidad guipuzcoana de Lasarte.

Tras cruzar disparos con la Guardia Civil, que estaba realizando funciones de vigilancia, murió Pablo Gude Pego, conocido con el sobrenombre de Antxon el grande, mientras la joven se dio a la fuga. A partir de ese momento, dice una nota remitida por el Gobierno Civil de Guipúzcoa, una de las patrullas de la Guardia Civil pudo observar cómo una joven que hacía autoestop en dirección a San Sebastián se apeó en Lezo, en un bloque de casas, justo en el lugar en que ha permanecido secuestrado Angel Carasusan.

Desde esa fecha, la Guardia Civil asegura haber seguido los pasos de la chica, lo que ha permitido localizar a los restantes miembros del comando, que solían reunirse en el bar Atsegin, de Rentería, y en el casco viejo de San Sebastián.

La pista de la reivindicación

En el comunicado oficial se dice que algunas personas próximas al comando fueron descubiertas cuando se desplazaban, el día 1 julio, hacia Pamplona, donde al día siguiente se produjo el intento de secuestro de Salvador Arístegui y el asesinato frustrado contra el policía nacional José Sevilla Beato, este último atribuido a ETAm

La reivindicación del intento de secuestro de Arístegui por parte de los CAA se produjo en el mismo comunicado en el que esta organización se declaraba autora de la retención de Ángel Carasusan. Este fue él dato que sirvió a la policía para relacionar a los inquilinos del piso de Lezo con los presuntos secuestradores de Carasusan.

En la operación de búsqueda y rastreo por toda Guipúzcoa han participado la Policía Nacional, la Guardia Civil, así como la policía autónoma, que, en opinión del subsecretario del Ministerio del Interior, Rafael Vera, "ha colaborado a fondo con las fuerzas de seguridad del Estado". No se descarta que militantes del PNV hayan colaborado asimismo con su informacion para resolver el secuestro.

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