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'Caza del hombre' en Kuwait para hallar a los autores de dos atentados que causaron 11 muertos, y 89 heridos

El Gobierno del emirato de Kuwait ha desplegado una verdadera caza del hombre para hallar a los autores de dos atentados con explosivos de gran potencia que, en la tarde del pasado jueves, causaron la muerte a 11 personas y heridas a otras 89 personas en dos cafés costeros abarrotados de clientes, situados al este de la capital. Entre los muertos se halla el coronel Jalil Ghaiz al Abdallah, jefe de la sección de Control y Coordinación del Departamento de Investigaciones del Ministerio del Interior del emirato del golfo Pérsico, contra quien se cree iban dirigidos los atentados.

La organización apenas conocida Brigadas Revolucionarias Árabes reivindicó los atentados y señaló que éstos "obedecieron a las recientes medidas de expulsión y de deportación tomadas por el coronel difunto contra extranjeros árabes residentes en Kuwait", a consecuencia de un atentado fallido contra el emir Jaber al Sabah, registrado el pasado 25 de mayo.Yusuf Bader al Jarafi, subsecretario del Interior del Gabinete kuwaití, anunció que las medidas de seguridad se habían intensificado, mediante la supresión temporal de todos los vuelos al extranjero (reanudados ayer), el cierre de las fronteras terrestres y marítimas y el peinado policial de los barrios contiguos a los establecimientos donde se registraron las explosiones.

Testigos de los hechos señalaron que las explosiones, producidas en dos cafés de la costa separados por cinco kilómetros de distancia y no lejos del palacio presidencial de Al Seif, fueron de una violencia extraordinaria. A consecuencia de ellas, brazos y piernas de las víctimas, cuyos cuerpos fueron desmembrados por la acción de los explosivos, volaron por los aires ensangrentando un extenso contorno.

Cafés abarrotados

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En el café Al Charq, donde la bomba causó 8 muertos y 29 heridos, algunos de ellos niños, el explosivo había sido depositado entre unos árboles contiguos al establecimiento.

La carga tenía un peso de entre 14 y 22 kilogramos de trinitrotolueno (TNT), según expertos en explosivos, que señalaron que hicieron explosión a las nueve de la noche hora local (ocho de la tarde, hora peninsular española).

La otra bomba estalló casi al mismo tiempo. Contenía unos dos kilogramos de explosivos y estaba depositada en otro café costero próximo a la urbanización residencial de Salmiyah. En este otro café hubo tres víctimas mortales y 60 heridos.

Ambos cafés, pertenecientes a la misma cadena hotelera, se hallaban muy concurridos, ya que, por su proximidad a la playa y por la elevada temperatura reinante en Kuwait, habían sido elegidos por muchos de sus parroquianos para pasar con sus familias la tarde del jueves, víspera de festivo.

Testigos presenciales señalaron, sin embargo, que varias personas fueron detenidas inmediatamente después de hacer explosión los artefactos, entre ellas, un ciudadano de nacionalidad iraní que salió corriendo, despavorido, segundos después de las deflagraciones.

Unidades navales de la marina kuwaití realizaron ayer numerosas misiones a lo largo de la costa del Golfo Pérsico, ya que se sospecha que los autores de los dos salvajes atentados no sólo desembarcaron desde el mar para llevarlos a cabo, sino que también emplearon algún vehículo naútico a motor para huir tras las acciones.

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