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Finaliza la reunión constitutiva del Parlamento libio-marroquí tras la primera crisis de la unión

El Parlamento conjunto de la unión de Estados libio-marroquí concluyó ayer en Rabat su primera reunión constitutiva. Esta primera reunión, que ha designado sus principales cargos, se ha celebrado tras la primera crisis seria en el seno de la unión, motivada por la firma o la confirmación de la alianza estratégica entre Libia e Irán que, según su formulación original, fue interpretada en Marruecos como dirigida contra las monarquías y los regímenes moderados árabes o islámicos.

El nuevo Parlamento, para el que han sido elegidos como presidentes el que ahora lo es de la Cámara marroquí, Ahmed Osman, y su homólogo libio, Mahmud Hamdi Jafidi, eligió también a otros cuatro marroquíes y cuatro libios, dos vicepresidentes y dos secretarios por cada país, que junto con los presidentes constituirán el comité permanente de esta asamblea conjunta.Las recomendaciones formuladas ayer por el Parlamento unitario, que se mantienen secretas por el momento, ya que han de ser ratificadas primero por el rey Hassan II y el coronel Muammar el Gaddafi, conciernen a cuatro temas: Palestina, Oriente Próximo, Magreb y África. Cuando ambos jefes de Estado hayan dado su aprobación, Hassan II recibirá el miércoles en Casablanca a los 120 diputados -60 libios y 60 marroquíes-, de que consta el Parlamento.

La constitución de esta asamblea conjunta está prevista en el artículo 5 del tratado de Uxda, firmado entre Libia y Marruecos el 13 de agosto de 1984 y ratificado en referéndum en los dos países el día 30 del mismo mes. El anexo tercero del mismo tratado fijaba en 120 el número total de diputados.

Mientras el rey Hassan II recibe a los diputados el próximo miércoles, los 60 miembros del Congreso Popular Libio han sido invitados a realizar un poco de turismo político por Marruecos.

Se espera que el rey Hassan II pronuncie un discurso el miércoles cuando reciba a los parlamentarios, y en su alocución puede que el monarca se refiera a los últimos y serios problemas surgidos entre Marruecos y Libia a raíz del anuncio, el pasado 23 de junio, de la firma de una alianza estratégica entre Libia e Irán, al término de una visita del presidente del Parlamento iraní, Hashemi Rafsanjani, a Trípoli.

Aplazamiento

Los marroquíes solicitaron el aplazamiento de la reunión constitutiva del Parlamento conjunto, prevista para el 27 y 28 de junio, hasta recibir explicaciones de parte de los libios.La agencia oficial libia Jana desmintió el día 29 de junio las informaciones sobre la firma de la citada alianza, recogida por la Prensa internacional. El desmentido de Libia decía lo siguiente "Libia no ha concluido ningún tratado con Irán. Se trata de la firma del acta de una reunión de dos revoluciones que han reafirmado su alianza estratégica con vistas a la liberación de Jerusalén y a la unificación completa del mundo islámico.

Se afirma en Rabat que a la primera reunión del Parlamento conjunto seguirá una reunión de los Gobiernos de Libia y Marruecos para concretar la institucionalización de la unión. La fecha de esta reunión de los dos Gobiernos aún no ha sido fijada, según fuentes marroquíes, debido a las incertidumbres que aún pesan sobre la fecha o la celebración de la cumbre árabe extraordinaria sobre Líbano propuesta por el rey Hassan II, y que, según el diario marroquí Rissalat al Umma, se reunirá en Rabat el próximo 27 de julio, sin presencia siria ni libanesa.

Aunque la preocupación marroquí por la alianza libio-iraní no ha desaparecido, es lógico que tanto el rey Hassan II como el coronel Gaddafi se esfuercen por lograr algunas realizaciones positivas concretas de la unión.

En todo caso, en Marruecos se explica en estos días la participación marroquí en esta unión como un intento moderador.

De hecho, se añade que el rey Hassan II de Marruecos ha mediado a favor del presidente de Zaire, Mobutu Sese Seko, contra el cual Gaddafi lanzó recientemente un llamamiento al derrocamiento. Libia apoya a las guerrillas que operan en la provincia de Shaba (antigua Katanga) contra el régimen de Mobutu.

Los marroquíes se han visto obligados, a causa del acuerdo libio-iraní, a tranquilizar a sus buenos amigos iraquíes, quienes enviaron a Rabat la semana pasada al vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores de Bagdad, Tarek Aziz.

La sorpresa de la alianza libioiraní introdujo un factor de división más en la difícil preparación de la cumbre árabe extraordinaria que el rey Hassan Il aspira a reunir en Marruecos y que la alianza estuvo a punto de boicotear decisivamente.

Las visitas de Yasir Arafat y Chadly Klibi a Rabat la semana pasada parecen haber estado relacionado con ella.

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