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Los cambios políticos cortaron la evolución alcista de la bolsa

El inesperado desenlace de la crisis ministerial, con el desplazamiento de Miguel Boyer, creó al final de la tanda unos momentos de incertidumbre y miedo entre bastantes ahorradores particulares, lo que sirvió para que los grandes inversores compraran a la baja todo lo que se vendía. El ejemplo sirvió para detener rápidamente la caída, aunque el índice general finalizó la semana con una ganancia de 2,15 puntos, una prueba de que ha mejorado el clima bursátil.Casi todos los sectores han conseguido elevar su nivel. Banca ganó 9 centésimas; alimentación, 1,21; construcción, 2,66; inversión mobiliaria, 1,78; siderometalúrgicas, 1,61; químicas, 3,12; comunicaciones, 4,81, y varios, 16,08 (gracias al comportamiento de La Unión y El Fénix). Electricidad por el contrario, perdió 16 centésimas.Los analistas no se han sorprendido demasiado por el comportamiento del mercado en la última sesión de la semana. Casi todo el mundo daba por descontada la continuación de Boyer en el Gobierno, con lo que se aseguraría el mantenimiento de la actual política económica.La bolsa lleva unas jornadas fomentando rumores sobre un tratamiento fiscal más favorable para las plusvalías procedentes de inversiones en capital-riesgo. Cualquier modificación ministerial ponía en peligro esas expectativas. Además, lo primero que se pensó es que el traslado de Carlos Solchaga podía retrasar los intercambios de activos eléctricos.Las grandes instituciones, por el contrario, utilizaron razonamientos inversos. Para ellas, la presencia en Economía de¡ responsable de la reestructuración eléctrica permite suponer que este problema recibirá un tratamiento prioritario, al tiempo que parece descontado el mantenimiento de la llamada política Boyer, e incluso su reforzamiento.Antes del antiboyerazo, la bolsa había detenido la caída en la cota 105% y se encaminaba, no sin ciertas dudas, hacia horizontes más despejados. Los últimos datos de coyuntura ayudaron a forjar ese clima optimista. La inflación se situó en mayo en el 0,3%, mientras que la reserva de divisas aumentó en 367 millones de dólares en ese mismo mes y se obtenía un superavit de 211 millones de dólares en la balanza de pagos.Continuaba la incógnita del precio del dinero, estable en su alto nivel y con cierta tendencia a subir durante la semana. Así, la subasta de tesoros del jueves demostraba un estancamiento del marginal, mientras que los pagarés a 90 días subían del 14% al 14,125%. Pero también, como fue previsble en el momento de anunciarse el nuevo Gobierno, el banco emisor comenzó a flexionar a la baja el precio del dinero, proceso que debe reforzarse a partir de ahora.

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