Israel, paralizado por la huelga contra las medidas económicas del Gobierno
Alrededor de un millón y medio de israelíes, la práctica totalidad de los trabajadores, participaron ayer en la huelga general de 24 horas convocada por la central sindical Histadruth para protestar contra las drásticas medidas económicas decretadas por el Gobierno. El plan de emergencia preparado por el Ejecutivo pretende acabar con una inflación próxima al 300% anual, pero cuenta con el rechazo casi unánime de la población.
La poderosa Histadruth, que acusó al Gobierno de actuar como una dictadura al imponer un estado de emergencia económica de tres meses sin consultar en ningún momento con ella, convocó la huelga general desde la seis de la mañana del martes a las seis de la mañana del míércoles. El paro fue seguido por el 90% de los trabajadores israelíes, si se tiene en cuenta que el Gobierno impuso algunos servicios mínimos.A pesar de esta durísima reacción, el programa gubernamental fue aprobado en el Parlamento por 70 votos contra 19.
Mercados, bancos, comercios, fábricas y la práctica totalidad de las oficinas permanecieron cerrados, y las calles, normalmente llenas de coches, estaban vacías, si bien circulaban los transportes públicos. Los hospitales sólo atendían los casos urgentes.
La Histadruth calcula que el programa gubernamental supondrá una pérdida del 30% del poder adquisitivo y ha anunciadoque esta huelga sólo es el prolegómeno de acciones más duras. En las horas previas al comienzo de la huelga se registraron algunos enfrentamientos entre policías y manifestantes en los suburbios de Jerusalén. Éstos arrojaron piedras contra aquéllos, destrozaron algunos vehículos y prendieron fuego a neumáticos. Hubo unas 20 detenciones.
Actuar por decreto
Este plan económico, al contrario que los anteriores, permite al Gobierno actuar mediante decreto durante los próximos tres meses. El primer ministro, Simón Peres, dijo en televisión que la central sindical nunca hubiera aprobado el programa, que, sin embargo, se adopta en un momento en que "o acabamos nosotros con la inflación o la inflación acaba con nosotros"."Ya es hora de que Israel se encuentre con su realidad y descienda del Olimpo, es decir, del nivel de vida artificialmentemantenido con la ayuda de Estados Unidos", había manifestado Peres durante las dicusiones habidas en el seno del Gabinete. Peres amenazó con porvocar una crisis si nos se aceptaba el plan redactado por el ministro de Finanzas, Isaac Madayi. El plan económico ha devaludo el shekel en un 18,8%, ha recortado en 750 millones de dólares los presupuestos del Estado y ha suprimido subvenciones a productos de primera necesidad.
