Malos tiempos para Kohl

( ... ) En los últimos meses el canciller Helmut Kohl se ha aferrado con tenacidad a incómodas pero altamente simbólicas decisiones que no le han reportado apenas dividendos políticos: la invitación a Reagan para la visita al cementerio de Bitburg, el discurso en Silesia.... Al mismo tiempo ha recibido ataques no ya de la oposición, sino de miembros de su propia coalición. Las críticas provenientes de ambos lados le acusan de vacilar ante temas de política exterior e interior y de fracasar en la toma de medidas para frenar el desempleo, que ha alcanzado cotas hasta ahora desconocidas. El partido de Kohl, la CDU, ha sufrido retrocesos en las últimas elecciones en los Estados federados y los sondeos de opinión reflejan que el SPD está alcanzando al CDU. El ministro de Economía Martin Bangemann, que es también el líder del partido coligado FDP, ha declarado al diario Bild Zeitung.- "No se puede pretender que corren buenos tiempos para la coalición". ( ... )Los últimos hechos que vienen a demostrar la baja del partido son las victorias del SPD en Saarland y Renania Westfalia, ambos Estados con elevados índices de desempleo. Aunque la victoria electoral en Saarland el pasado marzo se vio en parte empañada por la victoria del CDU en Berlín Oeste, la decisiva reelección de Johannes Rau en Renania Westfalia en mayo fue, en palabras del propio Kohl, "una grave derrota". Los resultados electorales aseguraron virtualmente a Rau la posibilidad de reemplazar a Vogel al frente del SPD antes de las elecciones generales de 1987 y demostraron que la impaciencia de la opinión pública en cuanto al desempleo, que ha alcanzado sus cotas más altas desde 1950, se ha convertido en el problema fundamental de Bonn. ( ... )

Kohl ha ido capeando el temporal hasta este momento, en parte debido a la torpeza con que el SPD ha organizado la oposición. Bajo la poco inspirada dirección de Vogel, el partido se ha inclinado hacia un izquierdismo que ha enajenado el apoyo de numerosos simpatizantes potenciales. Pero Rau, en el que se han depositado las esperanzas como futuro líder, se ha presentado con cautela como moderado. Parece menos interesado en atacar la política armamentista de Reagan y cargar las tintas ante los votantes sobre la política económica y social del gobierno. ( ... )