La profesión de periodista
Alguna vez he leído en su periódico que, según los resultados de una encuesta, después de la política, la profesión periodística era la menos apreciada. De ello puedo ofrecerle al menos una razón. Para muchos lectores de un cierto nivel cultural nos resulta inconcebible que en algunos trabajos de colaboración se trivialicen de esa forma los temas y se confunda a los lectores tan a la ligera.Tomemos dos ejemplos de su propio periódico. Hoy mismo, 18 de junio, su habitual colaboradora Pilar Palop se refiere a la enseñanza de la religión en la escuela, y como antecedentes de su tema cita nada menos que a Kant, Hegel, Feuerbach, Marx... La crítica que estos autores hacen de la religión tiene tanto que ver con la enseñanza de la religión en la escuela como la apicultura con la aritmética. Otro ejemplo: no hace mucho Sacramento Martí hace portavoz de la doctrina sexual de los padres de la Iglesia a Tertuliano. Cualquiera medianamente versado sabe que Tertuliano sobresale precisamente por sus posiciones extremas en casi todo.
Señor director, pienso que es una causa del desprestigio de la profesión. Apúntelo-
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