El democristiano Cossiga, elegido presidente de Italia en primera votación gracias al apoyo comunista
, El apoyo comunista permitió ayer que Francesco Cossiga, de 57 años, católico democristiano, fuese elegido, en primera votación, nuevo presidente de la República Italiana, en sustitución del anciano socialista Sandro Pertini, de 88 años. Cossiga obtuvo 753 sufragios de un total de 977 votantes, por encima de la necesaria mayoría de dos tercios (674) del total de 1.011 grandes electores. La proclamación se produjo a las 18.14 de ayer, por boca de la presidenta del Parlamento, la comunista Nilde Jotti, viuda de Palmiro Togliatti. Hubo 141 votos en blanco y los restantes se distribuyeron entre diversos candidatos. Cossiga contó con los votos de los cinco partidos del Gobierno, de los comunistas y del grupo Izquierda Independiente.
Sandro Pertini, que hace siete años fue elegido con 832 votos, obtuvo ayer 12, a pesar de no ser candidato. Cossiga asumirá el cargo el 9 de julio, ya que hasta entonces Pertini seguirá siendo presidente.El resultado, recibido con un gran aplauso por la Asamblea, demostró que el milagro De Mita había sido una realidad y también que el método del líder de la Democracia Cristiana, consistente en buscar antes de la votación el consenso de las fuerzas políticas sobre el nombre de un candidato, fue positivo. Ha evitado, además, el deprimente espectáculo de anteriores elecciones presidenciales, en las cuales todo el juego político y todas las intrigas de palacio y las conjuras se hacían en el Parlamento, con una especie de guerra que duraba una eternidad, como en las elecciones últimas de 1978, cuando Pertini fue elegido presidente tras 16 votaciones en 12 días de extenuante nerviosismo.
Se puede decir que Italia ha dado esta vez un ejemplo de eficiencia y seriedad política que revela que algo está cambiando en profundidad. Y, aunque nadie lo confiesa, probablemente se ha tratado también de un fruto de la nueva política de transparencia impuesta por el anciano Pertini en el mundo de la política.
Ayer, De Mita, comentando el resultado de la votación, afirmó: "Hay quien piensa que la Democracia Cristiana está en crisis porque ya no nos peleamos entre nosotros, cuando de lo que se trata es de la demostración de que hemos sabido dar un vuelco a los viejos métodos de poder".
Cuando Francesco Cossiga entró para votar en el Parlamento, fue ya aplaudido a la puerta por un grupo de curiosos mezclados entre los electores y periodistas que estaban llegando al Parlamento. Cossiga les interrumpió diciendo: "Aún no, aun no".
Daba la impresión de que ni él mismo creía aún que el milagro podía ser tan fácil. Pero el nuevo presidente se había pasado el domingo encerrado en un convento para quedarse fuera de todo tipo de intriga política. Hay quien dice que para rezar para que todo saliese bien. Durante la votación estuvo aislado en una sala del Parlamento, esperando el resultado, que le comunicó la misma presidenta del Parlamento, según es ritual.
El nuevo presidente, considerado un católico liberal, cuenta en su haber con una serie de récords. Es, prácticamente, el único presidente elegido en la primera votación. Sólo De Nicola lo fue también, pero cuando fue elegido presidente provisional, antes de ser aprobada la Constitución, y, además, en aquella ocasión no eran necesarios como ayer los dos tercios de los votos. Es, a sus 57 años, el presidente más joven de la historia republicana, como había sido ya el más joven presidente del Gobierno y del Senado.
Los radicales, ausentes
Ayer, sólo los diputados radicales desertaron del Parlamento para no votar por Cossiga y se reunieron, como gesto de protesta, en el puente Garibaldi, cerca del Ministerio de Justicia, donde el 12 de mayo de 1977 fue asesinada la joven Giorgiana Mas¡ por un policía de paisano durante un enfrentamiento de estudiantes con la fuerza pública. Era entonces ministro del Interior Francesco Cossiga y los radicales no se lo han perdonado.
El Partido Radical ha protestado además por la candidatura de Cossiga con una carta muy dura enviada al presidente del Gobierno, Bettino Craxi, por lo que los seguidores de Pannella consideran una "indecorosa vuelta a la política de unidad nacional" de los tiempos del secuestro y asesinato de Aldo Moro, cuando los comunistas, por primera vez, apoyaron desde el exterior a un Gobierno democristiano.
Casi todos hablaban ayer del milagro realizado por el secretario democristiano. Un milagro triple, porque Ciriaco de Mita ha conseguido reconquistar la jefatura del Estado para su partido, ha logrado imponer al final a su candidato y lo ha hecho con los votos comunistas, obteniendo al mismo tiempo, por primera vez en la historia de este país, que la Democracia Cristiana se presentase unida y con un solo candidato a la elección de un presidente de la República.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.