Monopolio del superrealismo

J. C. El presidente canario en funciones no quiere para las islas el monopolio del carácter surrealista que ha dado al archipiélago la tradición nacida antes de la guerra civil y que hoy forma parte de su principal herencia cultural. Saavedra lo dijo ayer en Madrid cuando se le preguntó si no pensaba que lo que pasaba en la política de su tierra parece sacado de un texto de Breton. "Sí, lo parece, pero nosotros no queremos tener el monopolio del surrealismo".

Saavedra cree que el rechazo de la adhesión a Europa por parte de los diputados regionales de la oposición canaria responde al deseo de éstos de presentarse ante el electorado siendo los titulares de la iniciativa de pedir para Canarias un trato que incluye preferencias utópicas.

Saavedra dice que lo que la Administración logró en sus negociaciones con la CEE sitúa al archipiélago en un lugar privilegiado. "Canarias conserva su política fiscal propia; una política agrícola propia; libertad absoluta en el comercio de importación; protección para la índustria local autónoma; derecho a recibir de los fondos europeos sin la obligación de pagar nada a cambio; y, entre otras cosas, tenemos la garantía de que en el mercado peninsular del plátano no va a haber competencia para el producto canario".

Para afirmar que la situación política que padece su Gobierno en Canarias es superrealista -"y esto es repetitivo y constante"-, Saavedra recuerda que dos días antes de que se rechazara en el Parlamento la integración canaria en Europa, AP se abstuvo en una votación por la que se pedía un referéndum insular sobre la conveniencia o no del ingreso en la CEE. "Dos días más tarde", dice, "el Grupo Popular apoyó con su voto la iniciativa que me ha conducido a la dirnisión". ¿Cree que as negociaciones posteriores a la crisis le devolverán al sillón de titular del Gobierno canario? "Me lo temo", respondió sonriendo Saavedra.