El Gobierno limitara al 7% las subidas de la harina, pan, azucar, aceites y leche, según la Junta Superior de Precios
Los fabricantes de harinas han solicitado al Gobierno libertad total de precios, con motivo de su turno anual para subirlos. Asimismo, los panaderos han pedido aumentos próximos al 9%. En las próximas semanas deberán concretarse también expedientes similares para el azúcar, los aceites de semillas y la leche. Los empresarios esperan una postura de dureza por parte del Ejecutivo ante esta oleada de elevaciones de precios sometidos a autorización administrativa, pues llega cuando debería desacelerarse la inflación y amenaza con favorecer las revisiones salariales. Fuentes de la Junta Superior de Precios han apuntado que previsiblemente serán limitadas al 7%.
Los precios de la harina, el pan, el azúcar, los aceites y la leche, todos ellos de gran repercusión en el índice de precios al consumo (IPC), suelen ser revisados cada ejercicio durante el verano. Como necesitan autorización administrativa y hasta hace varios años los pactos salariales a nivel nacional establecían cláusulas de revisión según la evolución de los precios en el primer semestre, las revisiones llegaban a partir del mes de julio.Ahora son menos los convenios con cláusulas de revisión, y la mayor parte se basan en la marcha de la inflación durante los nueve primeros meses del año. Pero las peticiones de subida de precios por parte de los respectivos sectores han empezado a llegar cuando el Gobierno espera una desaceleración en el IPC y cuando acaban de producirse las últimas subidas autorizadas, que corresponden a la oleada de principios de año, como son las de las tarifas de correos y telégrafos y las de vuelos nacionales de Iberia, que entraron en vigor a principios de junio y el pasado viernes, día 22. Por ello, aun a riesgo de aumentar los déficit de ambos servicios públicos, el Ejecutivo ha congelado el precio de los sellos y ha recortado más de dos puntos (hasta el 8%) las nuevas tarifas solicitadas por Iberia.
Aunque la nueva oleada sea limitada en promedio al 7%, fuentes del Instituto Nacional de Estadística calculan que elevará medio punto el IPC de los próximos 12 meses, si bien repercutirá gran parte de este aumento en los más inmediatos.
Todos los precios autorizados que deberán subir en los próximos meses se sitúan, dentro de la alimentación, entre los que menos han crecido durante el último período anual: 7,3% el pan, 10% la leche, 5,3% los aceites y grasas y 9,9% el azúcar y sus derivados.
Peticiones
En la Junta Superior de Precios, organismo que debe informar los expedientes para que luego resuelva el Gobierno, se confía en dichas limitaciones. Fuentes de la misma han confirmado que acaban de entrar las solicitudes de los fabricantes de harina y los de pan. Los primeros reclaman libertad total de precios. Los panaderos, subidas del 8% o 9%, pero también quieren ver liberalizados o flexibilizados los precios de los panes especiales, así como disponer de mayores márgenes para alterar el peso de los básicos.Los fabricantes de harina argumentan que el trigo se ha encarecido mucho durante el último año, pese a su excepcional cosecha de la pasada campaña. No sólo han sido innecesarios los precios garantizados por la Administración, sino que han estado una décima parte más altos que el nivel indicativo o ideal. Ello se debe a que, por primera vez, el trigo ha sido utilizado en cantidades importantes para fabricar piensos compuestos destinados al ganado, con el fin de sustituir las importaciones de maíz, afectadas por la cotización del dólar.
Por su parte, los fabricantes de pan, además de repercutir sus costes del último año, pretenden alinearse con las nuevas tendencias de la harina y de su propio mercado. Junto a la libertad para panes especiales, solicitan aumentos del 8% o 9%. Sin embargo, en las pistolas -el producto más vendido; en Madrid, a 23 pesetas- plantean la necesidad de aumentar el peso para compensar un alza mayor, de tres pesetas.
Las fuentes consultadas de la Administración apuntan que el Gobierno estaría dispuesto a liberalizar, aunque no con el riesgo de subidas de precios superiores a la media nacional. Por el propósito gubernamental de terminar claramente con el rebrote inflacionista de los primeros meses de este año, así como por coherencia con los esfuerzos exigidos a otros sectores afectados por precios autorizados, las decisiones intentarán probablemente alinear las subidas en torno a una media del 7%.
Ante lo sucedido con las últimas elevaciones de precios autorizados, la evolución "poco satisfactoria" del IPC y "la posible repercusión salarial como consecuencia de las cláusulas al caso", la patronal CEOE ha señalado en el informe sobre la situación económica conocido por su última junta directiva que "es previsible una postura de dureza, como ya ocurriera el año pasado".
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