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El secuestro aéreo de Beirut

Tropas "capaces de cualquier cosa"

Francisco G. Basterra

F. G. B., El lema de las Special Operations Forces (SOF) es "cualquier, cosa, en cualquier momento, en cualquier lugar y de cualquier forma". Esta seguridad castrense en su infalibilidad está apoyada en el riguroso entrenamiento de sus miembros y en la utilización de las armas más sofisticadas, entre las que se incluyen la mochila nuclear, una mina atómica de 30 kilos de peso que un comando puede llevar a su espalda. Los miembros de las SOF son auténticos guerrilleros, entrenados para realizar actividades clandestinas y potencialmente llamados a realizar lo que piadosamente se bautiza como trabajos sucios.

Las principales unidades antiterroristas, la Delta Force y la Task Force 160, una unidad secreta helitransportada creada tras el fracaso del rescate de los rehenes de Irán, dependen del Ejército de Tierra. La Delta, que hubiera podido ser utilizada en el aeropuerto de Beirut, tiene como lema "Sorpresa, velocidad y éxito". Sus 100 comandos están entrenados para limpiar una habitación en menos de siete segundos y colocar dos balas en la cabeza de cada terrorista que la ocupe. Sus miembros son capaces de conducir una locomotora, repostar un avión, enfrentarse a un rehén histérico o estabilizar a un herido.

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La Task Force 160, con base en Fort Campbell, Kentucky, es conocida como Night Stalkers (Cazadores Nocturnos) y es la única unidad aérea de operaciones especiales del Ejército de Tierra. Su lema es "La muerte espera en la oscuridad", y han sufrido decenas de accidentes en sus arriesgadas maniobras nocturnas. Su finalidad es suministrar transporte de helicópteros en todo tipo de condiciones atmosféricas y apoyo aéreo a Delta y a otras fuerzas especiales.

Los Boinas Verdes, los comandos más conocidos y que están integrados por cuatro grupos de 776 hombres, cada uno con tres batallones, también dependen del Ejército de Tierra. Un batallón está estacionado permanentemente en Panamá; otro, en Okinawa, y un tercero, en la República Federal de Alemania. Existe una fuerza especial de Boinas Verdes en Berlín, cuya misión sería quedarse tras las líneas enemigas y dedicarse al sabotaje si los soviéticos invadieran la República Federal de Alemania. El entrenamiento de un boina verde durante seis meses cuesta 40.000 dólares. También del Ejército dependen los Rangers, cuyos paracaldistas fueron la fuerza de choque inicial en la invasión de la isla de Granada.

Las fuerzas de operaciones especiales de la Marina se denominan Seals (Sea-Air-Land Troopos). Sus 1.700 miembros son los mejores entrenados de todas las unidades especiales -son expertos en demoliciones bajo el agua y utilizan pequeñas motos submarinas (Swimmer Delivery Vehicle), como las de las películas de James Bond, que les permiten salir desde un submarino y realizar la operación comando sin salir a la superficie. La Marina está preparando a tres submarinos nucleares del tipo Polaris para trasladar comandos de 50 Seals en cada uno de ellos. El equipo Seal 6, que opera bajo el mando del Comando Naval del Atlántico, con sede en NorfoIk, está especialmente entrenado en misiones antiterroristas.

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Las fuerzas especiales norteamericanas tienen grandes problemas de coordinación entre ellas y con las tres armas convencionales. En octubre de 1983 la Junta de Jefes de Estado Mayor aprobó la creación de un organismo conjunto de coordinación de las fuerzas especiales con los ejércitos convencionales, integrado por 61 personas y que dirige el general Wesley Rice. Existe, asimismo, el Comando Conjunto de Operaciones Especiales, con sede en Fort Bragg, del que dependen todas las SOF con que cuenta Tierra.

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