Respuesta masiva en las tres provincias vascas

PATXO UNZUETA, La consigna de huelga general fue seguida en el País Vasco por la casi totalidad de los trabajadores de las grandes empresas, y obtuvo un amplio eco en las fábricas medianas y pequeñas, así como en el sector de servicios, incluyendo los transportes públicos. Según las centrales convocantes (la nacionalista ELA-STV y la abertzale radical LAB, junto a CC OO), a mediodía el paro era prácticamente total en Guipúzcoa, y lo mismo en Vizcaya, con excepción del pequeño comercio de Bilbao, y algo menor en Álava.

Por su parte, la Delegación del Gobierno situó la repercusión de los paros en tomo al 70% para la industria y entre el 30% y el 50% en el sector servicios. Dicha fuente, al igual que la UGT, resaltó el papel desempeñado, a su juicio, por la actuación de piquetes coactivos, así como la utilización de otros métodos de presión, como la colocación de barricadas en numerosas carreteras y las abundantes -unas 200- amenazas de bomba recibidas en diferentes entidades.

Fue en Guipúzcoa donde la convocatoria tuvo mayor eco. La UGT admitió que el paro había afectado al 80% dé la población laboral de la provincia. En Éibar, donde fueron detenidas seis personas acusadas de formar parte de piquetes coactivos, los paros fueron sólo parciales en Alfa (que cuenta con una plantilla de más de 1.000 trabajadores), en Arizmendi y en Norma. El transporte público de la capital estuvo paralizado hasta media mañana. Una novedad relativa fue la participación en la movilización de los, trabajadores de las cooperativas de la zona de Mondragón, que no suelen secundar este tipo de, llamamientos.En Vizcaya, el paro fue casi total en la industria, así como en el comercio de muchas localidades de la provincia y barrios periféricos de Bilbao. En el centro de la ciudad, los establecimientos permanecieron abiertos en su mayoría durante toda la mañana, pero cerraron por la tarde. El paro fue también generalizado en los centros de enseñanza, oficinas bancarias y centros administrativos. La policía autonómica retiró barricadas en, al menos, seis carreteras de la provincia y en varios de los accesos a Bilbao. No funcionaron los transportes públicos. Se registraron tres detenciones.

En Álava sólo trabajaron, entre las empresas grandes, Aceros de Llodio y Villosa. El sindicato patronal alavés cifró el paro en el 165% de la población laboral, mientras que los convocantes lo estimaron próximo al 95%. La presencia de piquetes en la capital provocó varias intervenciones policiales. Un policía nacional que en el curso de una de tales actuaciones exhibió su pistola fue recriminado públicamente por el oficial que dirigía la operación.

En Navarra, la huelga alcanzó al cien por cien de los sectores industrial, del comercio y del transporte de Pamplona y su comarca (donde reside cerca del 50% de la población), según manifestaron las centrales sindicales convocantes, mientras UGT estimaba cifras mucho menores. La manifestación convocada por la central abertzale LAB, a la quie asistieron 2.500 personas, fue disuelta por la Policía Nacional.