Eanes pide a los partidos portugueses que busquen una salida a la crisis
El presidente portugués, Antonio Ramalho Eanes, dirigió ayer un mensaje al Parlamento en el que exhorta a todos a los partidos políticos a procurar una salida para la crisis política que permita evitar el recurso de elecciones generales anticipadas, que, según al jefe del Estado luso, tendrían consecuencias negativas para el país.
En su mensaje, Eanes precisa que, aunque la "disolución venga a mostrarse inevitable", como parecen indicarlo las consultas hechas con los representantes de los partidos, considera que su deber es "agotar todas las posibilidades" de formar un nuevo Gobierno con el "apoyo parlamentario necesario" y que resulte "de un consenso general o por lo menos de un consenso suficiente" para dirigir el país hasta que "la voluntad del pueblo se manifieste".
Eanes se declara aún dispuesto a dar al Gobierno todo el apoyo necesario, porque considera que cualquier solución que sea impuesta por la ausencia de solución parlamentarla tendría "costes elevadísimos". Manifiesta, sin embargo, su escepticismo acerca de la aceptación de la solución propuesta por parte de los partidos políticos.
Última oportunidad
Un sector del Partido Socialista (PS) del primer ministro Mario Soares, liderado por el actual ministro de Estado, Antonio Almeida Santos, defiende aún que Eanes debe dar al PS una última oportunidad para tratar de formar un Gobierno y someterlo al Parlamento antes de decidirse por la disolución de la Asamblea de la República elegida en 1983. Sin embargo, los demás dirigentes del PS y su secretario general, Mario Soares, observan el más absoluto silencio, mientras que socialdemócratas, democristianos y comunistas se declaran a favor de las elecciones generales anticipadas.Con el extremo legalismo que ha sido norma durante su mandato presidencial, sobre todo a partir de la revisión constitucional de 1982, el general Eanes no quiere quemar ninguna etapa del proceso que parece, sin embargo, llevar inevitablemente a la disolución del Parlamento. El problema más inmediato es saber quién gobernará Portugal en los próximos meses. Negándose a disolver inmediatamente el Parlamento y a destituir al actual primer ministro, Eanes ha devuelto la pelota a los partidos.
De persistir en su intención de abandonar el Gobierno, Soares y los miembros socialdemócratas de su Gabinete tendrán que llegar a un acuerdo con los grupos parlamentarios para encontrar una solución alternativa. Aunque el plazo disponible termine inevitablemente el 14 de julio próximo, es aún suficiente para provocar la caída del Gobierno de coalición por el mecanismo de la moción de censura, formar un Gobierno de transición y hacer aprobar su programa por los diputados.
La situación de vacío de poder que resultaría del fracaso de la tentativa de sustituir el actual Gobierno ya no sería de la responsabilidad del jefe el Estado, sino de todos los partidos políticos representados en el Parlamento de Lisboa, y más particularmente de los de la mayoría.
